¿LOS ÓSCAR MÁS PUROS?
A lo largo de casi un siglo de ediciones, tan solo cinco mujeres habían recibido la nominación en la categoría de mejor dirección, siendo Kathryn Bigelow la única ganadora por The Hurt Locker en 2010
Adiós a los cines, pero solo por un tiempo. La Academia de Hollywood se sumó hace un año al sentir de millones de cinéfilos y suprimió de manera excepcional la exigencia sagrada de su reglamento, el estreno obligatorio en salas, para celebrar unos Óscar en circunstancias completamente diferentes.
Muchas de las películas que competirán la próxima semana no han pisado los cines o lo han hecho de forma anecdótica. Pero la ausencia de grandes estrenos también ha supuesto que dos producciones independientes, Nomadland y Minari, aparezcan como grandes favoritas y que por primera vez dos directoras compitan por la preciada estatuilla.
“Sin eventos, esta podría ser la temporada de premios más pura. También la más extraña”, anticipó Dave Karger, un veterano presentador del canal cinéfilo TCM, al diario The Washington Post.
Los primeros Óscar con la maquinaria de Hollywood a medio gas
El cierre de los cines alteró el calendario con dos respuestas muy diferentes: Los grandes estudios decidieron guardar sus super producciones para un mejor momento, mientras que las cintas pequeñas y sin grandes expectativas comerciales encontraron en la televisión la manera de llegar al público durante el confinamiento.
Así, estrenos como No Time to Die (la nueva entrega de James Bond), Ghostbusters: Afterlife, Top Gun: Maverick, Jungle Cruise y el musical In The Heights quedaron pospuestos hasta 2021.
A la lista de aplazamientos se sumaron títulos que, por género o por prestigio, eran aún más proclives a recibir el aplauso de los Óscar, entre los que figuran la nueva Dune, de Denis Villeneuve, o The French Dispatch, de Wes Anderson, así como la versión actualizada de West Side Story que prepara Steven Spielberg.
El vacío que dejaron todas estas películas contrastó con una audiencia que, confinada en sus casas, tuvo en el cine y en la televisión una de sus pocas formas de entretenimiento.
Eso explica cómo Minari, una cinta que narra a fuego lento la llegada de una familia coreana a Estados Unidos, haya conseguido poco a poco llamar la atención hasta situarse como uno de los grandes títulos en la temporada de premios.
El caso de Nomadland, la gran favorita del 2021, no está lejos. Pocas veces una película independiente, de ritmo pausado y con un trasfondo político sobre el abandono de los mayores en el sistema económico estadounidense logra tantos titulares.
Su directora, Chloé Zhao, ha conseguido de golpe cuatro nominaciones a mejor película, dirección, guion y montaje. La primera mujer en lograrlo.
Algo parecido pasa con otras contendientes: Sound of Metal es un viaje, casi experimental, por la angustia de un baterista que pierde la capacidad de oír; The Father, coproducción franco-británica, muestra el deterioro cognitivo de un anciano y Promising Young Woman es un thriller con tintes de comedia negra sobre el machismo estructural.
Es posible que algunos de estos títulos se hubieran colado en las nominaciones durante un año normal, pero otros podrían haber quedado eclipsados por los focos de las alfombras rojas, las franquicias y los grandes nombres de la industria.
Y ese cambio deja como curiosidad que Netflix sea la responsable de las dos candidatas más obvias: The Trial of Chicago 7 y Mank cuando otros años firmaba las nominaciones menos comerciales, como Roma o Marriage Story.