Cómo le afectan nuestras emociones a nuestros animales
Diversas situaciones cotidianas nos afectan y condicionan el bienestar de nuestros animales de compañía
Todo lo que le pasa al perro influye en el ser humano que lo acompaña y todo lo que le pasa al ser humano influye en su perro.
El vínculo que se genera entre el humano y su perro, contiene en sí mismo a las emociones cotidianas y estas afectan bidireccionalmente a ambas puntas de ese dueto.
La mejora en la calidad de ese vínculo único ayuda a las novedosas familias multiespecies a enriquecer y equilibrar sus relaciones.
Existe una empatía emocional interespecie, que genera algo así como el contagio de emociones basado en la acción de unas neuronas llamadas neuronas espejo, que son las responsables de que podamos “ponernos en el lugar del otro”, cosa que también tienen los animales y por ende pueden sentir esa sensación de igual modo.
Podemos empatizar con los sentimientos de nuestros animales y ellos con nosotros, de tal forma que nuestras emociones los afecten y las sientan como propias.
El estado emocional está directamente relacionado con la salud física y es una unidad indisoluble entre cuerpo, mente y emociones, las nuestras y las de nuestros animales.
El disfrute propio y en compañía de nuestros animales nos carga de armonía y de óptima salud, llenando nuestro torrente sanguíneo de endorfinas, sustancias que contrarrestan los compuestos deletéreos que surgen del estrés, como el cortisol, que predisponen a enfermedades inflamatorias crónicas.
Los animales convivientes mimetizarán esos sentimientos y sus consecuencias negativas o positivas, dada la sincronización emocional existente entre el perro y el ser humano.
Tan solo mirando a los ojos a tu perro, en un acto de amor, ambos liberarán endorfinas, prolactina y oxitocina, todas hormonas anti stress y benéficas para la salud.
De esta manera se fortalece el vínculo, en consecuencia el sistema inmune y todos los procesos fisiológicos de la familia multiespecie, que es una sola familia, donde la salud de uno depende de del otro por la empatización del amor.