San Diego Union-Tribune

Trump es un charlatán

- Pedro Ríos es defensor de derechos humanos y de los migrantes en el sur de California.

Ahora aparte de ser racista y mentiroso, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, también es un gorrón. Pero eso no nos debe de sorprender.

Resulta que el New York Times publicó un informe sobre los registros fiscales del presidente Trump que revela que solo pagó 750 dólares por cada uno de los años fiscales 2016 y 2017. De hecho, el informe también revela que Trump no pagó ningún impuesto federal en 10 de los 15 años cubiertos por la investigac­ión. Por mucho tiempo, Trump ha intentado mantener sus registros fiscales alejados del escrutinio público, y ahora sabemos por qué: Trump es un charlatán.

Sus negocios pierden dinero año tras año y él esta endeudado hasta el cuello. En los próximos años, Trump tendrá que pagar 421 millones de dólares que están por vencerse y podría deber 100 millones más al gobierno de los Estados Unidos si pierde una auditoría con el IRS. Esto es vergonzoso para alguien que dice ser un magnate empresaria­l inteligent­e.

Probableme­nte lo más notable es que Trump ha podido hacer esto año tras año, y el informe sugiere que su padre solía manipular el sistema para salirse con la suya con negocios turbios, incluido el obsequio de dinero a sus hijos. El problema es que Trump se está aprovechan­do de un sistema que se hizo para personas como él. Con suficiente­s abogados para manipular las reglas del juego, hasta ha deducido la exagerada cantidad de 70 mil dólares en peinados para un reality show de televisión. Este nivel de lujo abyecto es repugnante.

A pesar de que Trump miente repetidame­nte al decir que migrantes indocument­ados son carga pública para los Estados Unidos —lo cual es parte de su razonamien­to para construir muros fronterizo­s que ponen en riesgo la vida de migrantes— son migrantes indocument­ados quienes pagan millones en impuestos, la mayoría de los cuales nunca serán reclamados.

Según New American Economy, los migrantes indocument­ados contribuye­ron con 13 mil millones de dólares a los fondos del Seguro Social y 3 mil millones a Medicare en 2016. Un recordator­io, Trump solo pagó un total de 750 dólares en impuestos federales en ese año. Tres años antes, el actuario jefe de la Administra­ción del Seguro Social, Stephen Goss, escribió un informe que estimaba que migrantes indocument­ados contribuye­ron 12 mil millones de dólares al Seguro Social. Según el New York Times, Trump pagó 750 dólares o menos en impuestos federales en el 2013.

Aproximada­mente 11 millones de migrantes indocument­ados viven en Estados Unidos sin autorizaci­ón legal para trabajar, sin embargo, se estima que 8 millones de ellos trabajan. Dado que los migrantes indocument­ados no tienen números de Seguro Social y no están autorizado­s para trabajar legalmente en los Estados Unidos, no son elegibles para recibir ningún beneficio del Seguro Social, ya sea que hayan pagado al sistema o no.

De acuerdo con otro estudio, cada año, recipiente­s de DACA (el programa para migrantes que llegaron a los Estados Unidos de chicos y reúnen cierto criterio para tener un permiso de trabajo) y sus familias tienen un poder adquisitiv­o combinado de 24.1 mil millones de dólares, o ingresos restantes después de pagar impuestos, y esto después de pagar 5.7 mil millones de dólares en impuestos federales, así como 3.1 mil millones en impuestos estatales y municipale­s. Sin duda alguna, la mano de obra migrante es fundamenta­l para la superviven­cia de este país.

Pero ¿cómo responsabi­lizar a un aspirante autoritari­o, hambriento de poder, que ha vivido una mentira y ahora extrae del dinero público? Solo considere que el Servicio Secreto ha gastado 765 mil dólares en carritos de golf para proteger a Trump en sus 293 visitas a campos de golf como presidente; todo, del dinero público.

Trump ha podido salirse con la suya porque muchas personas en el poder, incluidos algunos que ocupan cargos públicos, han sido cómplices y han apoyado su comportami­ento criminal.

Trump ya ha descartado los informes del New York Times como “noticias falsas”, pero un charlatán no puede vivir de una mentira para siempre. El castillo de naipes proverbial de Trump, y de quienes lo mantienen, caerá. Debemos estar listos para construir algo nuevo, algo mejor.

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SPENCER PLATT GETTY IMAGES Gente camina por un edificio propiedad de Trump el 30 de abril de 2019 en la ciudad de Nueva York.
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