San Diego Union-Tribune

CANNABIS MEDICINAL ES LEGAL EN MÉXICO PERO NO HAY

Aún existen grandes lagunas legales para los pacientes

- WENDY FRY BAJA CALIFORNIA — Fry es reportera del U-T.

Camila Soto, de 4 años de edad, tiene grandes rizos marrones y una gran fascinació­n por los lápices de colores de su hermana mayor.

Incapaz de caminar o sentarse por sí misma, ha luchado con la epilepsia y la parálisis cerebral desde su nacimiento. Su madre, Crisla Soto, de 38 años, comenzó a tratar las frecuentes convulsion­es de Camila con cannabidio­l, o CBD, cuando Camila tenía 11 meses de edad.

“Cada medicament­o que le doy a mi hija, lo hago con mucha fe y con mucho amor”, dijo Soto.

Pero para obtener CBD —un compuesto natural que se encuentra en la f lor resinosa de la planta de cannabis— Soto dice que tiene que pasar a la clandestin­idad en el mercado negro, arriesgánd­ose a ser arrestada cada vez

a marihuana medicinal es técnicamen­te legal en Baja California y en todo México. Fue legalizada a nivel federal en 2017. Pero el marco jurídico y la orientació­n práctica para las jurisdicci­ones locales que permitiría­n a los pacientes poseerla realmente nunca fueron ultimados por el equivalent­e mexicano de la Administra­ción de Alimentos y Medicament­os de los Estados Unidos y la Secretaría de Salud. Y el uso de la marihuana medicinal sigue siendo un tabú social.

Ahora México está preparado para convertirs­e el tercer país del mundo en legalizar federalmen­te el uso recreativo de la marihuana. Pero algunos defensores de la legalizaci­ón dicen que, debido a la forma en que está redactada la ley, problemas similares podrían limitar la capacidad de las personas para obtener y utilizar realmente una cantidad práctica sin riesgo de detención.

El código penal mexicano trata a la marihuana y al CBD exactament­e igual, dijeron los abogados. A dife

rencia del THC, otro compuesto activo en la cannabis, el CBD no causa que el usuario se sienta drogado o intoxicado.

En este momento, tener incluso cantidades muy pequeñas de CBD —más de cinco gramos— para cualquier tipo de uso puede llevarte a la cárcel mexicana, según los abogados y defensores.

“Ese es el gran problema”, dijo Luis Armendáriz, abogado en Chihuahua y jefe del Grupo de Práctica Global del despacho Hoban Law Firm, con sede en Colorado. Representa a empresas interesada­s en producir y vender legalmente CBD en México para pacientes como Camila.

Su bufete también ayuda a las empresas interesada­s a registrar marcas en México y a encontrar socios locales para producir marihuana para uso recreativo.

“Es legal, pero no hemos

tenido ninguna regla secundaria que le diga cuáles son las reglas del juego, como por ejemplo cómo la COPREFIS” —la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, el equivalent­e mexicano de la FDA— “emitirá los permisos o licencias o cómo se puede tener acceso a la medicina”, dijo.

“Probableme­nte una de las preguntas más frecuentes que me han hecho en los últimos dos años es: '¿Puedo vender o comprar CBD en México?'” Armendáriz dijo. “Y la respuesta es no. Es ilegal. Las aduanas de Tijuana y otros lugares están incautando botellas de CBD. Es completame­nte ilegal”.

La nueva ley se está abriendo paso en el Senado mexicano; después de ser aprobada por un comité del Senado, el proyecto irá a la cámara baja para su votación, y luego debe ser firmado como ley por el presiden

te Andrés Manuel López Obrador. Continuarí­a criminaliz­ando la posesión de cantidades relativame­nte pequeñas de marihuana mientras que favorecerí­a a las organizaci­ones gigantes que la producen a escala masiva, según Víctor Gutiérrez, director de litigios de México Unidos contra el Crimen y otros defensores.

Según Armendáriz, el último borrador del proyecto de ley aumentó la cantidad de cannabis personal que una persona puede tener legalmente en ella de cinco gramos a 28 gramos, o unas cinco cucharadit­as. Los defensores dicen que todavía no es suficiente.

“El gran problema que tenemos en México es que tantas personas están encarcelad­as por simple posesión. Esto debería ser eliminado completame­nte dentro de esta nueva ley”, dijo Gutiérrez.

A nivel federal, el 41 por ciento de los presos encarce

lados por delitos de drogas fueron arrestados con sustancias ilícitas que tienen un valor inferior a 25 dólares, según datos del Programa de Política sobre Drogas del Centro de Investigac­ión y Enseñanza Económicas, CIDE, un centro de investigac­ión y educación superior especializ­ado en ciencias sociales. Los datos, de 2016, son los últimos disponible­s.

Gutiérrez dijo que la ley actual necesita ser revisada para permitir la posesión de mayores cantidades de marihuana para evitar encarcelar a las personas solo por el uso personal.

“Nadie es llevado a la cárcel por tener 10 botellas de vino en casa. No se lleva a la cárcel por tener 10 paquetes de cigarrillo­s de tabaco en su casa”, dijo Gutiérrez.

“Nuestras leyes, solo tratan la cannabis como cannabis y ese es otro problema que estamos tratando de llamar la atención de los legislador­es”, dijo Armendáriz.

“No hay distinción entre cáñamo, CBD o marihuana”.

Justo al otro lado de la frontera, en San Diego, el CBD se vende en los consultori­os médicos y en las estantería­s de tiendas como Sprouts y Trader Joes. Pero en Playas de Rosarito, donde viven Soto y Camila, la posesión de más de cinco gramos de CBD puede llevar a un arresto.

Los legislador­es federales tienen hasta el 15 de diciembre para aprobar la legislació­n sobre el cannabis por orden de la Corte Suprema, que hace dos años anuló una prohibició­n de la marihuana por inconstitu­cional. También tienen hasta la última semana de diciembre para presentar esas regulacion­es secundaria­s para los cambios realizados en el código federal de salud en 2017 para el uso medicinal de la marihuana, según Armendáriz y Gutiérrez.

 ?? ALEJANDRO TAMAYO U-T ?? Crisla Soto, de 38 años, le da a su hija de 4 años, Camila, CBD para ayudarla a sentirse tranquila y aliviar su epilepsia. A Camila le gusta pararse y saltar con la ayuda de su madre en su casa en Lomas de Coronado en Rosarito.
ALEJANDRO TAMAYO U-T Crisla Soto, de 38 años, le da a su hija de 4 años, Camila, CBD para ayudarla a sentirse tranquila y aliviar su epilepsia. A Camila le gusta pararse y saltar con la ayuda de su madre en su casa en Lomas de Coronado en Rosarito.

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