LA EVOLUCIÓN DEL INVIERNO A CAUSA DEL CAMBIO CLIMÁTICO
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No hay duda de que todavía puede hacer frío en un clima más cálido —justo en octubre pasado, múltiples lugares en todo el norte de los Estados Unidos rompieron récords de frío y nieve— pero la estación de invierno es menos fría de lo que solía ser hace medio siglo. Además, es la estación de calentamiento más rápido en 38 de 49 estados. Esto puede sonar atractivo para la gente que ama el tiempo más cálido, pero un invierno cálido viene con consecuencias.
El 1 de diciembre inicia el invierno meteorológico que corresponde a los tres meses más fríos del año. Aunque el invierno astronómico inicia el 21 de diciembre, el frío ya ha llegado al norte del país. Sin embargo, la temporada invernal sigue cambiando ya que según a datos meteorológicos, el 98 por ciento de ciudades analizadas registraron un aumento en la temperatura promedio entre 1970 y 2019.
Aunque en California las temperaturas invernales no han cambiado drásticamente, hay otras partes del país donde las temperaturas más elevadas se están apoderando de la temporada. En general, las temperaturas invernales aumentaron más alrededor de los Grandes Lagos y la región noreste, lo que es consistente con el lugar donde la temporada de invierno se está calentando más rápido.
Esto no significa que California no se vea afectado por el ascenso en temperaturas invernales ya que en el pasado se han registrado los efectos negativos de temperaturas más cálidas durante las tormentas invernales. Por ejemplo, un invierno más cálido amenaza los deportes de invierno, como el snowboard y el esquí, debido a una menor acumulación de nieve y porque las condiciones son demasiado cálidas para fabricar nieve en lugares óptimos. Según un informe de 2018 sobre la temporada de esquí y motos de nieve 2015-2016, las industrias por sí solas generaron 11 mil millones de dólares para la economía estadounidense y apoyaron más de 190 mil puestos de trabajo, a menudo en las zonas rurales. La industria de los deportes de invierno se verá afectada negativamente por el cambio climático. La gravedad de estos impactos dependerá de la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero ahora y en un futuro próximo.
Es importante recordar que nuestras acciones pueden ayudar a disminuir la cantidad de gases de efecto invernadero en nuestra atmósfera. Por ejemplo, podemos reducir el uso del carro y consumir energía renovable. Además, podemos seguir una dieta con baja huella de carbono y recursos naturales. Un ejemplo sería tomar leche de soya o avena, en lugar de almendra o de vaca, ya que estas requieren entre 75 a 130 litros de agua por cada taza de leche.
El primer paso sería informarnos de cuáles son las actividades cotidianas que pueden tener un efecto negativo en nuestro planeta. Te prometo que te sorprenderás al darte cuenta que hay muchas cosas que podemos cambiar para disminuir nuestro impacto. El convertirnos en consumidores sostenibles y plantar árboles es otra medida que podemos tomar para retardar las consecuencias del cambio climático.