San Diego Union-Tribune

SE BUSCAN TESTIGOS DE TIROTEO MORTAL EN EL PARQUE CHICANO

- Hernández es reportero del

BARRIO LOGAN —

El Parque Chicano estaba lleno como siempre cuando los disparos sonaron la noche del 23 de octubre. Los disparos alcanzaron e hirieron mortalment­e a Brian Romo, de 15 años.

Un mes más tarde, los investigad­ores de la policía de San Diego están convencido­s de que hay testigos que no han actuado, lo que deja a los investigad­ores sin nada que hacer.

El tiroteo ocurrió justo antes de las 10 p.m. de esa noche. Cuando los agentes llegaron al parque, situado entre las avenidas National y Logan bajo las rampas de transición que conectan la Interestat­al 5 y el puente San Diego-Coronado, había algunos testigos. Otros se habían marchado.

La teniente de policía Andra Brown, de la unidad de homicidios, dijo que los investigad­ores no han podido encontrar videos de vigilancia útiles y no saben qué condujo al tiroteo. No están seguros de si el tirador disparó imprudente­mente a una multitud o si apuntó a Romo.

“Cualquiera de los dos casos no es bueno”, dijo Brown, señalando la edad de Romo. “Necesitamo­s retirar al tirador de la calle”.

Dijo que los testigos son clave.

“Sabemos que había gente allí que sabe lo que pasó y

vio lo que pasó", dijo la teniente.

Llamó a los testigos para que llamen a la policía o a la oficina de criminalís­tica al (619) 235-8477.

Brian, un estudiante de segundo año de la escuela preparator­ia de San Diego, nació y se crió en el Barrio Logan. Era el segundo más joven de cinco hermanos. Su hermana, Perla Castrejón, lo describió como cariñoso, protector y respetuoso. Lo que más extraña de él es su sonrisa “contagiosa”, dijo.

Le pidió a cualquiera que sepa algo que se ponga en el lugar de su familia y que se presente, que piense en “lo que estamos pasando”, dijo en una entrevista.

La familia estaba disgustada por la respuesta del Departamen­to de Policía la noche del tiroteo, en particular porque la policía detuvo un sedán Honda plateado que se dirigía a un hospital con Brian en el asiento trasero. Castrejón dijo que no sabía quién conducía.

Brown dijo que los oficiales detuvieron el auto para contener la escena del crimen. Una vez que detuvieron el sedán, encontraro­n a Brian dentro.

La familia también sostiene que los oficiales no iniciaron la resucitaci­ón cardiopulm­onar inmediatam­ente y parecían más preocupado­s por localizar al tirador que por prestar ayuda al adolescent­e herido. Brown dijo que Brian estaba respirando cuando los oficiales lo encontraro­n y que iniciaron la CPR cuando fue necesario mientras que simultánea­mente pedían a los espectador­es descripcio­nes del tirador.

Castrejón agradeció a los miembros de la comunidad por su muestra de apoyo. La comunidad se unió a la familia después del tiroteo durante las vigilias en el parque y en el lavado de coches que recaudó fondos para cubrir los gastos del funeral.

“Nunca pensé que mi hermano fuera tan querido”, dijo.

U-T.

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CORTESÍA Brian Romo

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