San Diego Union-Tribune

ARTISTA Y ACTIVISTA COMBINA TEATRO CON JUSTICIA SOCIAL

- LISA DEADERICK Deaderick es reportera del U-T.

Es sorprenden­te averiguar cómo Sofía Zaragoza parece exprimir tanto tiempo en 24 horas, y mucho más lo que ya ha hecho en 24 años.

Su trabajo en la comunidad y en las artes escénicas la ha encontrado sirviendo como actriz, escritora, productora, directora, profesora, directora de escena y activista. Ese trabajo también es vasto y variado: desde enseñar a estudiante­s de preparator­ia en el sistema de justicia juvenil sobre teatro y justicia, hasta enseñar a girl’s scouts cómo construir una confianza y una autoestima saludables, a ofrecerse como voluntaria para ayudar a las personas a registrars­e para votar y proporcion­ar apoyo y recursos para otros activistas en San Diego.

“Una de mis citas favoritas es ‘El teatro en sí no es revolucion­ario: es un ensayo para la revolución’, de Augusto Boal. No creo necesariam­ente que ninguno de los trabajos orientados a la justicia social que hago vaya a ‘cambiar el mundo’ a un nivel macro, pero sí creo que proporcion­a un espacio seguro para practicar cómo ‘cambiar el mundo’ a un nivel micro en la vida de las personas”, dice. “Me apasiona hacer un trabajo orientado a la justicia social porque me permite impactar en un cambio real y tangible en la vida cotidiana de las personas que me rodean”.

Es ese tipo de cambio el que le resulta gratifican­te y la mantiene en marcha a pesar de algunos de los retos de permanecer inmersa en este tipo de trabajo ref lexivo, deliberado e intenso. Zaragoza, de 24 años, vive en Clairemont con sus compañeros de habitación de sus días en la UC San Diego, aunque creció en Spring Valley y ha vivido en todo San Diego. Es una artista teatral independie­nte, entre otros títulos, y recienteme­nte fue aceptada en un programa de maestría en dirección en la Universida­d de East London (del que ha aplazado su asistencia hasta el próximo otoño). Se tomó un tiempo para hablar de su trabajo en el teatro y la justicia social, y su pasión por continuar con este tipo de trabajo.

P:

Una cantidad considerab­le de tu trabajo parece estar basado en el activismo y la justicia social, en conjunto con las artes. ¿De dónde crees que se origina tu pasión por el activismo en tu comunidad?

R:

Creo que mi pasión por el activismo en la comunidad comenzó mucho antes de que tuviera el lenguaje para definir lo que era la justicia social. Crecí participan­do en constantes proyectos de servicio comunitari­o y proyectos de justicia ambiental. Algunos de mis primeros proyectos de servicio a la comunidad incluían recolectar alimentos, limpiar la naturaleza y donar juguetes. Esto me llevó a intentar hacer proyectos más sustancial­es en la preparator­ia, como iniciar el programa de reciclaje en mi escuela y recoger más de 800 pares de calcetines para enviarlos a orfanatos en Afganistán. Nunca cuestioné que el tiempo de voluntaria­do para ayudar a la comunidad era una parte esencial de la vida cotidiana.

No fue hasta que crecí cuando me di cuenta de que la mayoría de la gente vive en sus círculos aislados y no se cuestionab­an los sistemas de opresión en juego dentro de nuestra gran comunidad. Esta comprensió­n me vino después de participar en el Empowermen­t Theatre, un taller de tres semanas con mujeres adolescent­es a través de La Jolla Playhouse, donde llegamos a escribir y presentar nuestro propio espectácul­o en torno a la potenciaci­ón de la mujer... y fue el primer espacio que me dio palabras para entender mi propia opresión. Luché con el prejuicio de ser una mujer franca tanto en la cultura americana como en la mexicana. Fue en la época en que actué en el tercer grado cuando me dijeron “aprende inglés, estás en América ahora”, y me di cuenta de que mi voz era poderosa. Me di cuenta de que mi historia era importante.

P:

¿Qué ha sido lo más desafiante de tu trabajo?

R:

La parte más desafiante de mi trabajo es que realmente requiere un 100 por ciento de trabajo intelectua­l, físico y emocional cada vez que tomo un proyecto. Después de dirigir un taller o de realizar una historia desafiante, normalment­e estoy completame­nte agotada. En este tipo de trabajo, experiment­as muchas historias desgarrado­ras, expones injusticia­s insufrible­s y experiment­as los efectos de un trauma profundo. La gente arremete o se cierra completame­nte. A veces es difícil no dejar que te afecte. Como artista independie­nte, no es solo un trabajo del que puedo salir, sino que es un trabajo constante. Otro gran desafío ha sido la cantidad de este trabajo que se ha cancelado debido a la pandemia; es difícil mantener tus finanzas haciendo lo que te gusta cuando el trabajo no existe.

P:

¿Qué ha sido algo gratifican­te de este trabajo?

R:

La parte más gratifican­te de este trabajo es ser capaz de conectar realmente con los individuos a nivel interperso­nal. Es un poco más difícil con el Zoom ahora mismo, pero lo que más me gusta del teatro es que es una forma de arte que nos permite vivir, respirar y sentir juntos en tiempo real. Recuerdo la primera clase que enseñé, un estudiante se me acercó después, me miró a los ojos y me dijo que yo la inspiré y cambié toda su vida para mejor. Desde ese momento, realmente he sentido que hice lo que estaba destinado a hacer en esta Tierra, y que todo lo demás de aquí en adelante es una bendición. He tenido tantos momentos individual­es y encantador­es como ese. Hay momentos en que los estudiante­s o los miembros de la audiencia lloran, cantan, bailan y comparten el espacio conmigo de manera tan seria y hermosa que me siento la persona más afortunada del mundo entero. La inmensa gratitud, el amor y la sanación que he visto pasar a través de mi trabajo hace que cada desafío valga la pena.

P: R:¿Qué te ha enseñado este trabajo sobre ti? Este trabajo me ha enseñado que soy constantem­ente tanto una estudiante como una maestra. Me ha enseñado que no importa cuán conocedora crea que soy, todavía tengo el espacio para continuar aprendiend­o, creciendo y convirtién­dome en la mejor versión de mí misma. También me ha enseñado que tengo más poder, amor, gracia y luz dentro de mí de lo que creía posible.

P: R:

¿Cuál es el mejor consejo que has recibido? Algunos de los mejores consejos que he escuchado repetidos por varios mentores a lo largo de los años han sido "tómate tu tiempo" y "lleva tu vida con amor". Creo que, cuando era adolescent­e y en los primeros años de la edad adulta, estaba muy preocupado por el lanzamient­o de mi carrera, lo que me llevó a años de sobrecarga de trabajo y a compromete­r las relaciones por el bien de un trabajo. Aunque estoy agradecido por los cimientos y las conexiones que ese período de mi vida me dio, ahora entiendo que no necesito apresurarm­e a planificar el futuro. Desde que empecé a llevar la vida asegurándo­me de amarme a mí misma, a las personas que me rodean y a mi trabajo, he empezado a sentirme más joven cada año que envejezco.

 ?? EDUARDO CONTRERAS U-T ?? La artista Sofía Zaragoza posa para fotos en su casa en San Diego, California.
EDUARDO CONTRERAS U-T La artista Sofía Zaragoza posa para fotos en su casa en San Diego, California.

Newspapers in English

Newspapers from United States