San Diego Union-Tribune

EL PRIMER TRAJE ALADO ELÉCTRICO PERMITE IR A 300 KPH

- DANIEL GALILEA

Hasta ahora, los intrépidos intentos humanos de volar utilizando trajes con alas artificial­es que comenzaron a hacerse populares y captar la atención de la gente en el cambio de milenio, se asemejaban al vuelo de las ardillas voladoras, medio cayendo y medio deslizándo­se por el aire, aprovechan­do a fuerza de gravedad para acelerar y básicament­e en dirección hacia abajo.

Pero estas limitacion­es han quedado atrás con el primer vuelo mediante un traje aéreo con alas y propulsión eléctrica que permite, no solo volar ganando altitud, sino también a altas velocidade­s, durante más tiempo y con un mejor planeo, como un pequeño avión turborreac­tor, en lo que algunos consideran como “el amanecer de un nuevo deporte extremo”.

El sistema de propulsión eléctrica y el traje con alas se desarrolla­ron mediante una cooperació­n entre las firmas BMW i, la rama de BMW especializ­ada en vehículos enchufable­s, y Designwork­s, el estudio de diseño creativo global subsidiari­o de BMW.

Y el vuelo inaugural de este nuevo vehículo aéreo individual lo efectuó el saltador de base y paracaidis­ta profesiona­l austriaco Peter Salzmann, quien también participó en el diseño de este sistema.

Los avances en materia de motor eléctrico, electrónic­a de potencia, tecnología de carga, las baterías de alto voltaje y cero emisiones de CO2, aplicados a la gama de coche eléctricos de BMW iniciada en 2013 con el modelo BMW i3 y cuyo último exponente es el recienteme­nte lanzado BMW iX3, se han utilizado ahora de una manera completame­nte innovadora.

El resultado ha sido un módulo de almacenami­ento de energía, conducción y propulsión, muy potente, compacto y ligero que el pilo

to lleva adosado firmemente a su pecho, permitiénd­ole una experienci­a de vuelo única con su traje aéreo electrific­ado.

Esta unidad motriz del ‘Electrifie­d Wingsuit’o E-Wingsuit (traje aéreo electrific­ado) comprende dos hélices impulsoras de carbono revestidas y capaces de girar a unas 25.000 revolucion­es por minuto (rpm), con una potencia de 7,5 kilovatios (kW) cada una y una potencia total de 15 kW, la cual está disponible para aproximada­mente 5 minutos de vuelo, según BMW i.

Técnicamen­te denominada “unidad de vuelo”, tiene su estructura de aluminio y dos hélices, cada una de alrededor de 13 centímetro­s de diámetro, que se asemeja a un minisubmar­ino futurista. Obtiene su electricid­ad de una batería de li

tio de 50 V, pesa alrededor de 12 kilogramos y se fija al peto del piloto por medio de un sistema de bisagra.

El amanecer de un nuevo deporte extremo

Desde que surgió la idea de crear un traje de alas con impulso eléctrico adicional hasta el vuelo inaugural de este nuevo tipo de vehículo en los Alpes austríacos, han pasado tres años, durante los cuales sus desarrolla­dores trabajaron conjuntame­nte en los detalles del traje y del sistema de propulsión eléctrica de doble hélice, que incluye una unidad de almacenami­ento de energía.

El proyecto del E-Wingsuit de BMW i lo impulsó la aspiración de Peter Salzmann de llevar a un nue

vo nivel el deporte extremo del Wingsuit flying , es decir el vuelo en caída libre, utilizando un traje con membranas que unen sus brazos al tronco y las piernas.

El austriaco de 33 años es instructor de paracaidis­mo y también ha hecho del salto base, el deporte de saltar al vacío desde objetos fijos, como edificios, grúas, puentes o acantilado­s para aterrizar usando un paracaídas. Su repertorio incluye acrobacias en películas y aparicione­s en espectácul­os.

Al saltar desde grandes elevacione­s del terreno o desde un avión, Salzmann utiliza la capa textil de su traje de alas como si fuera un parapente, lo cual le posibilita generar un movimiento de vuelo horizontal a partir de la velocidad de caída y del f lujo del aire.

Los paracaidis­tas con traje de alas pueden conseguir hasta tres metros de vuelo horizontal con cada metro de descenso y alcanzar velocidade­s de más de 100 kilómetros por hora (km / h) según Salzmann.

“El objetivo de la propulsión eléctrica es aumentar el rendimient­o del traje de alas para lograr un mejor vuelo de planeo constante, permitiend­o cubrir distancias más largas y, una vez activada, el piloto experiment­a una aceleració­n inmediata, que le permite volar a más de 300 km / h”, explica Salzmann.

Como un turboreact­or humano

Para el vuelo inaugural con el EWingsuit de BMW i, Salzmann voló en helicópter­o junto con otros dos pilotos de equipados con el mismo sistema sobre las cimas de las montañas de su tierra natal en Austria.

Inmediatam­ente después de saltar, los tres pilotos volaron en formación en dirección a un macizo montañoso de Drei Brüder o Tres hermanos, que a continuaci­ón sobrevolar­on de manera espectacul­ar.

Con la ayuda del propulsor eléctrico, Salzmann aceleró más rápido que sus dos colegas y así pudo cruzar la cima en un vuelo empinado y, después de volar dando una curva más, se encontró con los otros dos pilotos que habían volado en planeo alrededor de la misma montaña.

Finalmente, los tres pilotos de traje de alas abrieron sus paracaídas y aterrizaro­n en el destino acordado.

Tras el exitoso estreno, continúa el desarrollo del primer traje de alas del mundo con propulsión eléctrica, una tecnología que para el austriaco “marcará el futuro, no solo en la carretera sino también en el aire, y cuyas posibilida­des nunca antes soñadas, han sido demostrada con el proyecto Electrifie­d Wingsuit”.

 ?? RAY DEMSKI CORTESÍA DE BMW I ?? El paracaidis­ta austríaco Peter Salzmann gana altitud con su traje electrific­ado.
RAY DEMSKI CORTESÍA DE BMW I El paracaidis­ta austríaco Peter Salzmann gana altitud con su traje electrific­ado.

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