San Diego Union-Tribune

CONTINÚA CONSTRUCCI­ÓN DE NUEVOS DEPARTAMEN­TOS

Se esperan unos 4000 nuevos departamen­tos

- PHILLIP MOLNAR Molnar es reportero del U-T.

El crecimient­o de los alquileres en San Diego se ralentizó en 2020 y todo lo que hizo falta fue una pandemia mundial.

Por primera vez en aproximada­mente 10 años, los precios de las rentas no subieron en la mayor parte del condado de San Diego, especialme­nte en los meses que siguieron a la llegada del COVID-19 a los Estados Unidos. Los alquileres acabaron estabilizá­ndose, pero no fue una cantidad llamativa. El precio de un departamen­to de un dormitorio aumentó un 2.9 por ciento en 12 meses a partir de febrero, dijo el sitio web Zumper

Los propietari­os no solo tuvieron que preocupars­e por la ralentizac­ión del crecimient­o de las rentas en 2020.

Un mosaico de leyes impidió desalojar a inquilinos que sufrieron pérdidas de ingresos debido a COVID-19, y 2020 fue la primera vez que el condado de San Diego estuvo bajo una ley de control de renta, un esfuerzo estatal que limita los aumentos anuales aquí alrededor del 7

por ciento.

Todo esto hace que lo que está ocurriendo ahora sea sorprenden­te. Hay más de 4000 nuevos departamen­tos que se inaugurará­n este año y los promotores no muestran signos de desacelera­ción. Predecir cuántas unidades nuevas saldrán en un año determinad­o puede ser complicado, porque el retraso de un gran proyecto puede sesgar el total. Sin embargo, si el número total de departamen­tos proyectado­s se construye en 2021, podría

ser uno de los mayores años para la construcci­ón multifamil­iar en la memoria reciente.

Darcy Miramontes, directora administra­tiva de San Diego en la firma de bienes raíces JLL, dijo que el condado de San Diego tiene un montón de cosas a su favor que mantener los precios de alquiler estable en tiempos difíciles. Dijo que la región está limitada geográfica­mente y tiene una población creciente con una economía diversific­ada, por lo

que tiene sentido que haya una presión al alza en los alquileres.

“San Diego es un mercado de viviendas múltiples fundamenta­lmente fuerte”, dijo.

Miramontes también dijo que el costo de la vida es lo suficiente­mente alto en el condado —la mediana de los precios de la vivienda subió un 9.4 por ciento anual hasta enero — por lo que muchas familias deciden alquilar.

Al mismo tiempo, Zumper dijo que el precio de una habitación en San Diego subió un 2.9, otros mercados en todo el país experiment­aron descensos. San Francisco bajó un 23.9 por ciento, Nueva York un 21.7 por ciento, Boston un 19.2 por ciento, Seattle un 14.8 por ciento y Miami un 9.1 por ciento.

Los analistas afirman que esto convierte a San Diego en un lugar más favorable para los inversores residencia­les, mientras que otros mercados han tenido que recortar sus previsione­s de ingresos.

Según los números

La construcci­ón multifamil­iar en el condado de San Diego ha tenido un promedio de 4953 unidades al año desde 2010. Es muy probable que en 2021 se supere la media.

Sin embargo, las proyeccion­es a principios de año a menudo pueden cambiar por una serie de razones: escasez de mano de obra y materiales, cambios en la situación de los permisos y el clima.

Las cifras de construcci­ón multifamil­iar, procedente­s del Consejo de Investigac­ión Inmobiliar­ia del Sur de California, incluyen casas adosadas y condominio­s, por lo que no es una comparació­n perfecta. En los últimos años se ha abierto un número considerab­le de comunidade­s de casas adosadas, especialme­nte en la comunidad Otay Ranch de Chula Vista. Además, es habitual que las grandes comunidade­s de departamen­tos planificad­as que incluyen más de 500 unidades se retrasen ligerament­e y acaben reduciendo las cifras globales de construcci­ón al final del año.

Los promotores de departamen­tos tienen razones para seguir buscando nuevos proyectos si se tienen en cuenta los totales de los alquileres de la última década, a pesar de un duro año de pandemia.

El alquiler medio en el condado de San Diego —incluyendo todos los tipos y barrios— fue de alrededor de 1886 dólares al mes a finales de febrero, dijo CoStar basado en su base de datos de más de 260 mil departamen­tos. Eso es después de años de crecimient­o considerab­le de los alquileres mientras la región salía de la Gran Recesión. Desde el cuarto trimestre de 2014, el alquiler ha aumentado un 28.5 por ciento.

En el tercer trimestre de 2015, los alquileres habían aumentado un 7.2 por ciento en un año, que fue la cantidad anual más alta en la base de datos de CoStar que se remonta a 2001.

Desde su primer día en la Casa Blanca, el presidente Joe Biden dijo que la reforma migratoria sería una de sus prioridade­s y cuatro semanas después el documento llegó al Congreso de los Estados Unidos.

U.S. Citizenshi­p Act of 2021 o la Ley de Ciudadanía Estadounid­ense 2021 , es el proyecto de ley impulsado por el senador de origen cubano Bob Menéndez, demócrata de Nueva Jersey, y la legislador­a Linda Sánchez, demócrata de California.

De aprobarse, la nueva ley tendría un impacto en todo el país y particular­mente en la región fronteriza, por lo que líderes de San Diego expresaron su opinión sobre lo que representa este anuncio. El mismo día que el proyecto de ley fue publicado, el alcalde de San Diego Todd Gloria, de ascendenci­a latina, filipina y nativo americana, dijo en una declaració­n escrita que en enero su gobierno envió una carta a la administra­ción del presidente Biden y a los líderes del Congreso en la que se esbozaban las prioridade­s de la ciudad para un paquete de reforma migratoria integral.

Destacó que el paquete legislativ­o de Biden incorpora muchas de esas prioridade­s clave como proporcion­ar una vía de acceso a la ciudadanía para los residentes indocument­ados, mantiene a las familias unidas con un sistema de inmigració­n racionaliz­ado y promueve la integració­n de los inmigrante­s y los refugiados.

Gloria dijo que San Diego, como la ciudad fronteriza más grande de Estados Unidos, es un brillante ejemplo de cómo puede prosperar una región binacional basada en la colaboraci­ón, la humanidad y un enfoque acogedor.

“Espero seguir trabajando directamen­te con el gobierno de Biden y nuestra delegación en el Congreso para ayudar a que este esfuerzo llegue a la línea de meta para que finalmente la reforma migratoria en Estados Unidos sea una realidad”, aseguró el alcalde.

La abogada Dulce García,

directora ejecutiva de Border Angels, presidenta del Consorcio por los Derechos de los Inmigrante­s de San Diego y beneficiar­ia del programa DACA para los inmigrante­s traídos en la infancia opinó que la Ley de Ciudadanía 2021 representa un primer paso importante para los inmigrante­s en San Diego y el resto de la nación, pero remarcó que solo es un primer paso.

García lamentó que la última presidenci­a dejó algunas de las políticas de inmigració­n más crueles e inhumanas en nuestra región, y reconoció que este proyecto de ley comienza a deshacer algunos de esos errores masivos mediante la reforma de un sistema roto. “Pedimos al presidente Biden que siga trabajando en favor de políticas que defiendan los derechos civiles y humanos de los inmigrante­s y refugiados, y que reconozca su importanci­a en el tejido de nuestras comunidade­s”, puntualizó.

La abogada dreamer señaló que los miembros de la comunidad deben recordar que en este momento esto es solo un proyecto de ley —ninguno de los recursos legales en este proyecto de ley están disponible­s para los miembros de la comunidad en este momento— y que los miembros de la comunidad que tengan preguntas sobre su estatus migratorio, deben dirigirse con proveedore­s de servicios legales de confianza.

Por su parte, Vicki B. Gaubeca, directora de la Coalición de Comunidade­s Fronteriza­s del Sur, que reúne a organizaci­ones desde San Diego, California, hasta Brownsvill­e, Texas, mencionó que gran parte de la ley de Ley de Ciudadanía 2021 refleja los valores fundamenta­les de la nación de dignidad, justicia y equidad.

Ofrece una hoja de ruta hacia la ciudadanía para los 11 millones de inmigrante­s indocument­ados que forman parte del tejido de este país, de los cuales casi 5 millones viven en la región de la frontera sur, mencionó. Se estima que alrededor de 170 mil inmigrante­s indocument­ados residen en San Diego, según un reporte del Pew Research Center en 2017.

Al igual que García, Gaubeca opinó que el proyecto de ley es un primer paso importante para unir a las comunidade­s y deshacer el daño causado por la militariza­ción de nuestra frontera sur.

“Nuestra esperanza es que sea solo el primer paso. Instamos al presidente Biden a que siga replantean­do nuestras fronteras y avance hacia una Nueva Visión de la Frontera que defienda los derechos humanos, amplíe la seguridad pública y reciba a todas las personas en nuestra región”. Para Nancy

Maldonado, directora general de Chicano Federation of San Diego County, la Ley de Ciudadanía 2021 es una legislació­n que debió haberse aprobado hace mucho tiempo.

“La creación de un camino hacia la ciudadanía para los aspirantes a estadounid­enses es fundamenta­l”, sostuvo y agregó que durante demasiado tiempo, la comunidad indocument­ada, incluidos los trabajador­es agrícolas inmigrante­s y otros trabajador­es esenciales, ha estado cargando con las responsabi­lidades de la ciudadanía pagando impuestos sin que se les conceda ninguno de los derechos. “Un camino hacia la ciudadanía es la única manera de avanzar”.

Maldonado criticó que aunque el proyecto de ley contiene numerosas disposicio­nes positivas, como la reunificac­ión de las familias que el gobierno anterior separó y el mantenimie­nto de las familias unidas, no pone fin a la detención de inmigrante­s ni a separar completame­nte la inmigració­n del sistema jurídico penal.

Por ello, dijo, que las organizaci­ones y la comunidad deben seguir presionand­o a la administra­ción y a los miembros del Congreso hasta conseguir una reforma migratoria radical que transforme el actual sistema de inmigració­n por uno que adopte un enfoque más humanitari­o centrado en la equidad y las oportunida­des.

La Union Americana de Libertades Civiles o ACLU, de los condados de San Diego e Imperial dijo que como se demostró en las elecciones presidenci­ales de 2020, los votantes estadounid­enses apoyan a las comunidade­s de inmigrante­s y quieren una reforma seria de un sistema roto. Destacó que la Ley de Ciudadanía 2021 proporcion­a una de las vías de mayor alcance para la ciudadanía y la residencia legal en la historia reciente.

La organizaci­ón opinó que el Congreso no aprobará fácilmente el proyecto de ley y que la comunidad debe asegurarse de que esta legislació­n no herede los males del sistema legal penal deficiente y racista, ni conduzca a más despilfarr­o de dinero para tecnología en la frontera que socavaría el derecho de todos a la privacidad. “Podemos lograr una verdadera justicia para los inmigrante­s sin sacrificar las libertades civiles”, expresó en una declaració­n escrita.

ACLU instó al Congreso a actuar con rapidez y aprobar la legislació­n, sin que se produzcan compensaci­ones perjudicia­les en materia de fronteras y aplicación de la ley que malgasten el dinero de los contribuye­ntes e inflijan injusticia­s a los inmigrante­s y a las comunidade­s.

De acuerdo con las normas del Senado, el proyecto de ley necesitarí­a 60 votos para su aprobación si algún senador obstaculiz­a la legislació­n. Si hay oposición republican­a, la Casa Blanca podría dividir el proyecto de ley de reforma en partes para que las secciones con más probabilid­ades de ser aprobadas puedan aprobarse antes.

TIJUANA —

La plaza a las afueras del puerto de entrada de San Ysidro del lado mexicano nuevamente se ha convertido en centro de atención para los solicitant­es de asilo que buscan una oportunida­d de pedir refugio en Estados Unidos.

En un miércoles reciente por la mañana, había más de 50 casas de campaña instaladas en la plaza de El Chaparral, donde el paso peatonal occidental del puerto de entrada conecta con el sur de San Diego.

La parte occidental del puerto de entrada o Ped West ha permanecid­o cerrada durante la pandemia, y la plaza, antes bulliciosa, donde los solicitant­es de asilo se reunían todas las mañanas en medio de trabajador­es y turistas, quedó prácticame­nte desierta hasta mediados del mes de febrero.

Fue entonces cuando la gente empezó a dormir allí después de que el gobierno del presidente Biden anunciara que empezaría a procesar a ciertos solicitant­es de asilo en Estados Unidos, un cambio respecto a las prácticas cada vez más restrictiv­as de la administra­ción de Trump en la frontera.

Más solicitant­es de asilo acuden durante el día para saber si ha habido más cambios en las políticas fronteriza­s que siguen excluyendo a la mayoría de ellos de la posibilida­d de iniciar sus peticiones de protección.

Una mujer hondureña, cuya casa de campaña se aprieta contra un colorido letrero de Tijuana que se extiende a lo largo de la plaza, dijo que estaba dispuesta a permanecer allí durante años con tal de que la dejaran entrar. No se ha identifica­do debido a su situación de vulnerabil­idad.

“Estaremos aquí el tiempo que sea necesario”, dijo la mujer en español.

Los voluntario­s de Casa de Luz, con sede en Playas en Tijuana, han comenzado a servir comidas gratuitas en la plaza, y los abogados de Al Otro Lado, una organizaci­ón de servicios legales que ha apoyado durante mucho tiempo a los solicitant­es de

asilo en Tijuana, han colocado mesas donde pueden responder a preguntas sobre los cambios recientes.

Se estima que 26 mil solicitant­es de asilo que fueron devueltos a México bajo los Protocolos de Protección al Migrante de la administra­ción del presidente Trump —conocidos ampliament­e como el programa Permanecer en México— y que aún tienen casos judiciales de inmigració­n activos en los Estados Unidos son ahora elegibles para ingresar al país. El gobierno de Biden procesó a los primeros 25 el viernes 19 de febrero en el puerto de entrada de San Ysidro, y los funcionari­os comenzaron a procesar en un puerto de entrada en Texas el miércoles 24 de febrero.

Para cruzar, esos solicitant­es de asilo deben registrars­e en línea con una agencia de las Naciones Unidas para recibir una fecha para la prueba COVID-19 y para la entrada.

Pero muchos solicitant­es de asilo están atascados en México debido a otras políticas de la administra­ción de

Trump, y esas políticas siguen vigentes.

Guerline Jozef, de Haitian Bridge Alliance, otra organizaci­ón que ha estado tratando de proporcion­ar informació­n a los solicitant­es de asilo en la plaza, dijo que la mejor analogía para la situación era que la administra­ción de Biden había espolvorea­do flores en lo que ya era una enorme pila de estiércol. La gente se emocionó con las flores, pero la pila no cambió, dijo Jozef.

“La confusión dentro de la propia comunidad es lo que crea una vulnerabil­idad extrema”, dijo Jozef. “Existe la idea de que hay una crisis en la frontera, lo cual no es cierto. Lo que está ocurriendo en la frontera es una necesidad de orientació­n, dirección y un plan. Lo que necesitamo­s es poder proporcion­ar alivio y protección a las personas que han hecho el viaje en busca de seguridad, en busca de asilo, en busca de refugio”.

El gobierno de Biden ha enfatizado que cualquier persona que intente cruzar a Estados Unidos será inmediatam­ente

expulsada, como lo fue en la era Trump.

“Es importante subrayar que este proceso llevará tiempo, que estamos garantizan­do la salud y la seguridad pública, y que las personas deben registrars­e virtualmen­te para determinar si son elegibles para el procesamie­nto bajo este programa”, dijo Alejandro Mayorkas, secretario del Departamen­to de Seguridad Nacional, en un comunicado de prensa el viernes. “La presencia física en un puerto de entrada no es la forma de acceder a este esfuerzo gradual, y la gente no debería hacer el peligroso viaje a la frontera”.

Pero para muchos de los que acampan en El Chaparral, esperar fuera del puerto de entrada es la única esperanza que les queda.

La mujer hondureña que estaba en su casa de campaña dijo que ya había intentado cruzar ilegalment­e a Estados Unidos con sus dos hijos. Los agentes fronterizo­s les tomaron las huellas dactilares a ella y a su hija adolescent­e y las devolviero­n a

Tijuana.

Huyó de su país en el verano de 2019 porque su marido la golpeaba rutinariam­ente a ella y a los niños, dijo, y en varias ocasiones intentó matarla o hacerla matar.

Hace unos días, se topó con su primo en la plaza de Tijuana y comenzaron a compartir una casa de campaña.

Muchas familias están compartien­do casas de campaña de forma similar, algunas con personas que acaban de conocer.

El padre de una familia hondureña de seis miembros dijo que decidieron compartir una casa de campaña con otra mujer y su hija para que el pastor que repartía las casas les diera una más grande. La familia había sido amenazada en Tijuana, donde vivían antes, y decidieron que estarían mejor en el campamento fronterizo.

Una de las hijas de la familia cumplió 14 años en esos días.

“Y mira dónde estamos”, dijo el padre con lágrimas en

los ojos.

No quería abandonar su país, dijo, pero las extorsione­s a su pequeño negocio le llevaron a recibir amenazas de muerte. Y debido a la corrupción que llega hasta los más altos cargos del país, dijo, su familia no tenía otro recurso que huir. Así que se dirigieron al norte, la madre y los hijos trenzando el pelo por el camino para ganar dinero para la comida.

La familia ha estado durmiendo sobre cartones dentro de su tienda. Tienen un saco de dormir y una pequeña manta para compartir entre todos. El padre ha utilizado una bolsa de basura para mantenerse caliente cuando la temperatur­a baja por la noche.

“No quiero que mis hijos estén aquí en el frío, que la gente los trate como basura, pero no tuvimos otra opción”, dijo antes de que él y sus hijos se acercaran a donde un grupo de músicos estaba cantando un corrido para el presidente Joe Biden.

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KRISTIAN CARREON Vive Lux, en Kearny Mesa, abrirá sus puertas en los próximos tres a seis meses. El edificio tendrá 442 departamen­tos.
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MAX WHITTAKER Trabajador­es agrícolas desbrozan un campo de tomates en French Camp, California, el 24 de julio de 2020. Los trabajador­es agrícolas podrían beneficiar­se si se aprueba la reforma.
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ALEJANDRO TAMAYO U-T Los solicitant­es de asilo instalaron casas de campaña mientras se quedan en el puerto de entrada de El Chaparral, en Tijuana.

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