FESTIVAL DE CINE LATINO VUELVE EN FORMATO VIRTUAL
Esta edición contará con proyecciones en línea y autocines
Los organizadores del Festival de Cine Latino de San Diego aprendieron algo sorprendente tras su paso por la red el año pasado: Menos es más.
En sus ediciones anteriores a la pandemia, el festival de 28 años presentaba hasta 200 películas anuales, el mismo número que proyectó virtualmente el año pasado. Para 2021, el número de películas se reducirá a la mitad e incluirá dos noches de autocine.
“Si entras en los festivales y ves tanto contenido que te pasas 30 minutos buscando una película, no quieres ver nada”, dijo Moisés Esparza, director de programación de Media Arts Center San Diego, la organización sin ánimo de lucro que produce el festival. “Puede ser abrumador, parecido a Netflix. Pero nuestras películas son cuidadosamente seleccionadas por los comisarios para facilitar la elección de los espectadores”.
Eso no significa que el objetivo de representación del festival se quede corto. La lista incluye películas sobre y de mujeres, jóvenes, afro-latinos y personas LGBTQ+.
“Lo que hacemos es oponernos a la idea de que la comunidad latina es monolítica”, subraya Esparza. “Eso
está muy lejos de la realidad. Estamos ofreciendo un collage de experiencias variadas y auténticas”.
Las proyecciones virtuales del festival se completarán con sus autocines. Esparza las llama “un antídoto contra la tristeza de la pandemia”.
La noche de la inauguración, el 11 de marzo, las pantallas del autocine de South Bay ofrecieron dos opciones de proyección distintas.
Aunque se adhiere a los protocolos de COVID-19, las noches de autocine contarán
con una pequeña zona para tomar fotos con distancia social de los artistas de Frontera, muchos de los cuales presentan su trabajo por primera vez.
“Siempre defendemos a los cineastas locales de la región de San Diego y Baja California”, dijo Esparza. “La cantidad de talento en esta zona es monumental”.
Una historia sin fronteras
Una de las películas regionales, Maija Awi, rinde homenaje a la tribu Kumeyaay, cuyas raíces a ambos
lados de lo que hoy es la frontera entre Estados Unidos y México se remontan a siglos atrás.
Maija Awi fue dirigida por el tijuanense Ángel Estrada. La película cuenta con la participación de Pepe Mogt, también conocido como Fussible, antiguo miembro del galardonado grupo Nortec Collective.
Mogt fue contactado por el DJ tecno Ejival y por el secretario de cultura de Baja California para que ayudara a mostrar La Rumorosa y su sinuosa y montañosa carretera
que se extiende desde el Pacífico hasta Mexicali.
En un museo cercano se encuentran importantes pinturas rupestres de los yumanos (primer pueblo). Las pinturas, la belleza descarnada de la zona y el mito Kumeyaay de la serpiente del conocimiento ayudaron a Mogt a completar su misión.
“Al principio no sabía cómo relacionar la música con la historia”, explica el mago del sintetizador desde su casa de Tijuana. “Pero cuando estuve allí, en medio del espacio, las rocas, el viento, las nubes y el sol -¡todo! - me inspiraron. Volví a casa y creé la música desde cero. En una semana, tenía el álbum de la banda sonora”.
A partir de su música, Mogt, Ejival y el director Estrada crearon la película, que es un montaje de paisajes, la carretera transitada y las pinturas. Tres monolitos iluminados proyectan muchas de esas imágenes.
Estrada se encargó de muchas cosas durante el rodaje: la fotografía, el montaje, la coordinación del pequeño equipo de producción y el guión, junto con Ejival.
“Cuando supe que la zona estaba en proceso de ser nombrada patrimonio de Baja California y que me invitaban a dirigir una obra para conmemorar el acontecimiento, sentí una gran responsabilidad”, dijo Estrada. “Plasmamos un viaje realizado por Maija Awi, la serpiente del conocimiento, para llegar al pueblo yumano y ofrecerle sabiduría”.
Mogt imagina un concierto post-pandémico, con el regreso de los monolitos y la gente bailando entre las rocas gigantes de la zona.
“Esta hermosa historia es muy apreciada en Estados Unidos y aquí", dijo. “No solo pertenece a Baja California, es una experiencia sin fronteras. Todo empezó en el Mojave, en el lado estadounidense, y luego pobló toda la Baja. Compartamos esta cultura juntos”.