SE DESARROLLAN TRATAMIENTOS CONTRA NUEVAS CEPAS
Se contaría con un par de anticuerpos en empresa local
La biotecnológica de San Diego Sorrento Therapeutics anunció en días pasados que está empezando a probar tratamientos con anticuerpos que podrían funcionar contra las nuevas cepas del coronavirus que se propagan más rápidamente. Estas cepas han generado una gran preocupación últimamente. Aunque el número total de nuevos casos de coronavirus sigue disminuyendo en los Estados Unidos, algunos investigadores y los expertos en salud pública dicen que las variantes encontradas por primera vez en el Reino Unido, Sudáfrica y Brasil podrían alimentar otro aumento.
Sorrento está probando una docena de anticuerpos que cree que podrían funcionar contra estas cepas, así como otras que surjan en el futuro.
“En lugar de depender de una vacuna concreta para generar una respuesta de anticuerpos que pueda ser protectora, tomamos anticuerpos que sabemos que son protectores y los introducimos”, dijo Robert Allen, vicepresidente senior de investigación antiviral e inmunoterapia de la empresa.
Los anticuerpos son proteínas en forma de Y fabricadas por el sistema inmunitario que pueden adherirse a un virus. Si se adhieren con la suficiente fuerza en el punto adecuado, pueden impedir la infección.
Enseñar al sistema inmunitario a fabricar los anticuerpos adecuados es el principal objetivo de las vacunas actuales. Los anticuerpos pueden servir como tratamiento para COVID-19 al dificultar que el virus se introduzca en nuevas células, frenando la progresión de la enfermedad.
Ese es el enfoque que han adoptado Regeneron y Eli Lilly; ambas empresas tienen terapias con anticuerpos autorizadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA). Pero los resultados de los experimentos publicados por científicos a finales de enero
mostró que el anticuerpo de Eli Lilly no era eficaz para bloquear la cepa sudafricana del coronavirus. Y aunque un estudio similar demostró que la combinación de dos anticuerpos de Regeneron seguían funcionando contra la variante sudafricana, pero uno de los dos era claramente menos eficaz.
Sorrento cree que al menos algunos de los anticuerpos que adquirió a través de una asociación con el Mount Sinai Health System de Nueva York no se verán afectados por las mutaciones encontradas en estas variantes virales. El objetivo de la biotecnología es encontrar dos anticuerpos que puedan
utilizarse juntos para bloquear una amplia gama de cepas, ya sea en forma de inyección intravenosa o de aerosol intranasal.
La empresa también está estudiando la posibilidad de utilizar trozos circulares de ADN, conocidos como plásmidos, que llevan las instrucciones para producir los anticuerpos. Cuando se inyectan en el brazo de una persona, estos trozos de ADN son absorbidos por las células musculares cercanas y actúan como una guía para que estas produzcan los anticuerpos.
Sin embargo, todo esto aún está lejos. Hasta ahora, la biotecnología ha realizado sobre todo experimentos de fase inicial para comprobar si los anticuerpos se adhieren a las cepas de coronavirus y si bloquean la infección en células cultivadas en laboratorio, basándose en el trabajo inicial de los científicos del Monte Sinaí. Sorrento tiene previsto continuar estos experimentos y podría solicitar la autorización de la FDA para iniciar un primer ensayo clínico a finales de junio.
“Nadie sabe al día de hoy si las vacunas van a prevenir definitivamente la reinfección con diferentes variantes”, dijo Henry Ji, director general de Sorrento. “Hay que tener un medio, terapéutico, listo para funcionar”.