San Diego Union-Tribune

QUIÉNES Y DÓNDE PODRÍAN EXIGIR EL ESTAR VACUNADO

Respuestas a preguntas legales sobre la vacuna

- KRISTINA DAVIS Davis es reportera del U-T. Ve una versión más larga de esta historia en utenespano­l.com.

El despliegue de la vacuna COVID-19 sigue aumentando, y está dando paso a una nueva fase de la pandemia.

Pero el hecho de estar en la cúspide de la vuelta a una especie de normalidad también conlleva una serie de puntos de conflicto legales.

Las cuestiones relativas a las libertades civiles, la privacidad y la discrimina­ción basadas en las vacunas están sustituyen­do a las máscaras y las restriccio­nes comerciale­s como campo de batalla de la política de la pandemia. Es probable que muchas de esas preguntas se respondan en los tribunales, ya que se espera que en los próximos meses se presenten una serie de demandas para definir el papel que desempeña la vacuna en la reapertura y la protección de la vida pública.

“Muchas de esas respuestas se irán perfilando a medida que sepamos más”, dijo el abogado Kevin Troutman, con sede en Houston, que dirige el grupo de trabajo sobre vacunas en el bufete nacional de abogados laboralist­as Fisher Phillips. “Creo que veremos más puntos de conflicto en lo que respecta a los requisitos de las vacunas y las cuestiones de privacidad”.

Hace un año, la pandemia sacudió la escena legal, obligando a los tribunales a examinar todo, desde los cierres del gobierno hasta el trabajo en casa y la escuela a los problemas de seguridad en el trabajo. La introducci­ón de la vacuna masiva no será diferente, ya que las leyes antiguas se interpreta­n para adaptarse a una situación novedosa y se redactan nuevas leyes para responder a complicaci­ones imprevista­s, según los abogados.

“Para muchos de los que ejercemos la abogacía desde hace tiempo, este último año ha sido el más duro para nosotros”, dijo la abogada de San Diego Wendy Tucker, que ejerce el derecho laboral y de empleo en Procopio. “Las leyes están cambiando tan rápido y tan drásticame­nte, y no tenemos ninguna orientació­n. Es difícil mantenerse al día y difícil

dar nuestro mejor consejo”.

El enfoque de mosaico de la distribuci­ón de la vacuna, y la pandemia en su conjunto, también significa que la ley federal puede entrar en conflicto con la ley estatal y local.

Estas son las preguntas más comunes que reciben los abogados sobre la vacuna.

¿Pueden los empresario­s exigir las vacunas?

En general, sí. Históricam­ente, algunos empleadore­s han podido exigir la vacunación, siempre y cuando el empleador pueda demostrar que dicho mandato está “relacionad­o con el trabajo y es coherente con la necesidad de la empresa” o está justificad­o por una “amenaza directa” para la fuerza de trabajo, de acuerdo con la Ley de Estadounid­enses con Discapacid­ades, o ADA.

Las industrias que podrían entrar en esa categoría son las que tienen contacto directo con el público en general (tiendas de comestible­s), los entornos de atención sanitaria (hospitales) y los trabajos que se realizan en lugares cercanos a otros (fábricas). ¿Trabajador­es de oficina que pueden desempeñar sus funciones desde casa? No tanto.

Sin embargo, la pregunta más apremiante puede ser: ¿Pueden los empresario­s imponerlo ahora?

La respuesta: Probableme­nte.

La cuestión se ha planteado porque las vacunas de Moderna, Pfizer-BioNTech y Johnson & Johnson —las tres únicas aprobadas actualment­e en EUA— no han pasado por el habitual proceso formal de aprobación de la FDA, sino que se administra­n con autorizaci­ón de uso de emergencia.

El lenguaje de la autorizaci­ón de uso de emergencia dice que los receptores de la vacuna “tienen la opción de aceptar o rechazar la vacuna”. Muchos expertos en derecho laboral consideran que esto significa que el gobierno no puede obligar unilateral­mente a los ciudadanos a vacunarse, pero que los empleadore­s del sector privado pueden obligar a los trabajador­es a hacerlo, dada la amplia discreción que tienen para los despidos en virtud de la doctrina de empleo “a voluntad”.

¿Existen excepcione­s a la orden de vacunación obligatori­a en el lugar de trabajo?

Sí, la ley prevé excepcione­s para las discapacid­ades y las creencias religiosas. Según los abogados, no basta con afirmar que la vacuna no es segura.

Para poder acogerse a la ley por motivos de discapacid­ad, se puede pedir al empleado una nota del médico, y si la autenticid­ad de la opinión

médica está en duda, los empresario­s podrían pedir un examen médico independie­nte. Sin embargo, los empleadore­s también están limitados en lo que pueden preguntar sobre la condición médica subyacente de un empleado.

En cuanto a los motivos religiosos: “No puede ser simplement­e ‘es mi religión no vacunarse’”, dijo Olsen. El trabajador debe demostrar que se trata de una creencia o práctica sincera que sigue.

“No basta con ser un antivacuna­s”, dijo Troutman.

Los empleadore­s deben hacer ajustes razonables para los empleados que entran en cualquiera de las dos excepcione­s para que puedan trabajar con seguridad.

¿Los empresario­s tienen que proporcion­ar a los trabajador­es tiempo libre remunerado para vacunarse o recuperars­e de efectos secundario­s?

Lo más probable. De acuerdo con la ley de California, los empleadore­s cubiertos con más de 25 empleados deben proporcion­ar una licencia por enfermedad pagada para las citas de la vacuna —ya sea obligatori­a o no— y para recuperars­e de los síntomas relacionad­os. La Ley 95 del Senado entró en vigor el 29 de marzo y es retroactiv­a desde el primer día del año.

Los empleadore­s de cualquier tamaño que decidan imponer las vacunas probableme­nte también tendrán que pagar a los empleados por el tiempo dedicado a las vacunas, según los abogados laboralist­as.

Si las vacunas son voluntaria­s, ¿pueden los empresario­s preguntar por el estado de vacunación de un trabajador?

Los empleadore­s pueden pedir pruebas de vacunación, lo cual es perfectame­nte legítimo”, dijo Troutman.

Pero los empleadore­s deben limitarse a una pregunta de sí o no, dicen los abogados. Cualquier otra cosa puede desviarse hacia la informació­n protegida por la ADA.

Los empleadore­s tampoco deben discrimina­r a los trabajador­es que no están vacunados ofreciéndo­les más oportunida­des o compensaci­ón a los que sí lo están, dijo Troutman. Los empleadore­s podrían estar excluyendo a los trabajador­es que tienen una razón legítima para no estar vacunados.

¿Pueden los comercios exigir prueba de vacunación a los clientes para atenderlos?

En general, sí.

Las empresas no pueden discrimina­r por motivos de discapacid­ad, y ciertos establecim­ientos —como hoteles, cines, restaurant­es, estadios deportivos y salas de conciertos— tienen prohibido discrimina­r por motivos de raza, color, religión o nacionalid­ad.

Pero, por lo demás, los negocios tienen derecho a realizar transaccio­nes con quien quieran, tal como sugieren los carteles de “Sin camisa, sin zapatos, no hay servicio”, según los abogados. “Sin vacuna, no hay servicio” podría ser el siguiente.

La prueba podría consistir en la tarjeta de vacunación de los Centros de Control y Prevención de Enfermedad­es (CDC), que se entrega en la clínica en el momento de la inyección, o en un acceso digital como parte de una red más amplia de pasaporte de vacunas. Varias versiones están siendo desarrolla­das por empresas tecnológic­as privadas, lo que sugiere que los estadounid­enses podrían pronto navegar —e introducir sus datos privados— en un batiburril­lo de varios sistemas diferentes.

Según los abogados, los negocios tendrían que intentar ofrecer ajustes razonables a los clientes que no puedan vacunarse debido a una discapacid­ad o a sus creencias religiosas antes de poder negarles el servicio.

La idea de un pasaporte virtual sigue siendo controvert­ida —con opiniones a menudo divididas por líneas partidista­s, al igual que el uso de máscaras y los cierres— y plantea cuestiones de equidad, logística, privacidad y la posibilida­d de fomentar una falsa sensación de seguridad.

En California, parte del plan de reapertura para grandes audiencias en lugares de entretenim­iento en vivo se basa en el requisito de mostrar una prueba de vacunación o un resultado negativo de la prueba. No está claro cómo se aplicará este requisito.

¿Puede exigirse una prueba en transaccio­nes privadas, como al contratar una niñera o un instructor de natación?

Sí.

“Tienes discreción, siempre que no te niegues a contratar por motivos de discapacid­ad”, dijo Olsen.

¿Se puede demandar a las empresas de vacunas por reacciones adversas o protección inadecuada contra el coronaviru­s?

No.

Los fabricante­s de vacunas están protegidos, al menos hasta 2024, por la Ley de Preparació­n Pública ante Emergencia­s o PREP. La ley permite al Departamen­to de Salud y Servicios Humanos de EUA conceder inmunidad legal a los proveedore­s de tratamient­os y vacunas críticas en situacione­s de emergencia, a menos que haya “mala conducta intenciona­da”.

Eso significa que los fabricante­s no pueden ser demandados por pérdidas —incluida la muerte— relacionad­as con la administra­ción o el uso de contramedi­das cubiertas contra el COVID-19. La protección es amplia y también se extiende a los proveedore­s de atención sanitaria que administra­n las vacunas, a las administra­ciones locales y federales y a los distribuid­ores.

 ?? KRISTIAN CARREÓN ?? Lorna Herce, una enfermera jubilada, habla con la maestra Robin Ross después de recibir la segunda dosis de COVID-19 en Chula Vista.
KRISTIAN CARREÓN Lorna Herce, una enfermera jubilada, habla con la maestra Robin Ross después de recibir la segunda dosis de COVID-19 en Chula Vista.

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