OBISPO DE SAN DIEGO ROBERT MCELROY SERÁ CARDENAL
El Papa Francisco anunció que elevará a 21 eclesiásticos
El Papa Francisco nombró el domingo a 21 nuevos cardenales, la mayoría de ellos procedentes de otros continentes distintos de Europa —que ha dominado la jerarquía católica durante la mayor parte de la historia de la Iglesia— y poniendo aún más su impronta en el grupo de personas que algún día podrían elegir al próximo pontífice.
Solo se nombró un nuevo cardenal de los Estados Unidos: el obispo Robert Walter McElroy de San Diego.
Dieciséis de los que recibirán el prestigioso birrete rojo de cardenal de manos de Francisco en una ceremonia consistorial en el Vaticano el 27 de agosto son menores de 80 años y, por tanto, serían elegibles para votar por su sucesor si se celebrara un cónclave —en el que se elige a los pontífices en secreto—.
Francisco leyó los nombres de sus elegidos después de pronunciar el tradicional discurso dominical desde una ventana abierta del Palacio Apostólico al público en la Plaza de San Pedro.
Entre los elegidos por el pontífice para recibir el prestigioso sombrero rojo habrá dos prelados de la India y uno de Ghana, Nigeria, Singapur, Timor Oriental, Paraguay y Brasil, en consonancia con la determinación de Francisco de que los líderes eclesiásticos reflejen el rostro global de la Iglesia católica.
Con un crecimiento eclesiástico en gran medida estancado o, en el mejor de los casos, lento en gran parte de Europa y Norteamérica, el Vaticano ha prestado atención a su rebaño en los países en desarrollo, incluida África, donde el número de fieles ha crecido en las últimas décadas.
Esta es la octava tanda de cardenales que Francisco ha nombrado desde que se convirtió en pontífice en 2013. Una considerable mayoría de los que pueden votar en el cónclave fueron nombrados por él, lo que aumenta la probabilidad de que elijan como sucesor a alguien que comparta las prioridades de su papado, incluida la atención a los que viven en los márgenes de la sociedad y a las crisis medioambientales.
Un total de 131 cardenales serían lo suficientemente jóvenes para elegir a un Papa una vez que se incluya la nueva hornada, mientras que el número de cardenales demasiado mayores para votar se elevará a 96.
Tradicionalmente, los pontífices han elegido a sus
asesores y colaboradores más cercanos en el Vaticano de entre las filas de los cardenales, que han sido apodados los “príncipes de la iglesia”.
Estos son los eclesiásticos nombrados por Francisco:
— Jean-Marc Aveline, arzobispo de Marsella (Francia); Peter Okpaleke, obispo de Ekwulobia (Nigeria); Leonardo Ulrich Steiner, arzobispo de Manaos (Brasil); Filipe Neri Antonio Sebastao di Rosario Ferrao, arzobispo de Goa y Damao (India); Robert Walter McElroy, obispo de San Diego; Virgilio Do Carmo Da Silva, arzobispo de Dili (Timor Oriental); Oscar Cantoni, obispo de Como (Italia); Anthony Poola arzobispo de Hyderabad, India; Paulo Cezar Costa, arzobispo de
Brasilia, Brasil; Richard Kuuia Baawobr, obispo de Wa, Ghana; William Goh Seng Chye, arzobispo de Singapur; Adalberto Martínez Flores, arzobispo de Asunción, Paraquay; y Giorgio Marengo, prefecto apostólico de Ulán Bator, Mongolia.
Además de estos eclesiásticos, también tienen menos de 80 años y pueden votar en el cónclave tres prelados que trabajan en el Vaticano: El británico Arthur Roche, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos; el surcoreano Lazzarro You Heung-sik, prefecto de la Congregación para el Clero; y el español Fernando Vergez Alzaga, presidente de la Comisión Pontificia para el Estado de la Ciudad del Vaticano y presidente de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano.
En sus elecciones, Francisco mantuvo la tradición de nombrar a algunas personas que son demasiado mayores para votar en un cónclave, pero cuyas largas décadas de dedicación a la Iglesia católica se honran otorgándoles el rango de cardenal. En esta última tanda de nombramientos, se trata de Jorge Enrique Jiménez Carvajal, arzobispo emérito de Cartagena (Colombia); Lucas Van Looy, arzobispo emérito de Gante (Bélgica); Arrigo Miglio, arzobispo emérito de Cagliari (Cerdeña); el reverendo Gianfranco Ghirlanda, profesor jesuita de teología; y Fortunato Frezza, canónigo de la Basílica de San Pedro.
La presidencia del consistorio de este verano se suma a la ya ambiciosa agenda de los próximos meses de Francisco, que últimamente ha recurrido a la silla de ruedas o al bastón debido a un problema de ligamentos en la rodilla. El sábado, el Vaticano dio a conocer los detalles de la peregrinación del pontífice de 85 años, del 2 al 7 de julio, al Congo y a Sudán del Sur. También está previsto que peregrine a Canadá a finales de julio para pedir perdón en persona por los abusos cometidos por eclesiásticos e instituciones eclesiásticas contra los indígenas de ese país.
Casi tan significativos como los elegidos para ser cardenales son los que no fueron elegidos, a pesar de ocupar cargos que en el pasado les habrían valido tradicionalmente el sombrero rojo.
En la selección del domingo, Francisco pasó por alto al destacado arzobispo de San Francisco, Salvatore Cordileone. A principios de este mes, Cordileone dijo que no permitiría que la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, recibiera la comunión debido a su apoyo al derecho al aborto.
Aunque Francisco no se ha pronunciado públicamente sobre la esperada sentencia del Tribunal Supremo de Estados Unidos sobre el derecho al aborto, en el pasado ha denunciado la instrumentalización política de la Comunión.
El nuevo cardenal de Estados Unidos, McElroy, tiene opiniones muy diferentes a las de Cordileone. Fue uno de los relativamente pocos obispos de Estados Unidos que hace varios años pidió que la política de la Iglesia estadounidense reflejara mejor las preocupaciones de Francisco por los pobres del mundo. También firmó el año pasado una declaración en la que expresaba su apoyo a los jóvenes LGBTQ y denunciaba el acoso que sufren.