San Diego Union-Tribune

EXAMINAN ACERCA DE PELIGRO A SOLICITANT­ES DE ASILO

- KATE MORRISSEY Morrissey es reportera del U-T.

Recienteme­nte, los agentes fronterizo­s han empezado a remitir a algunas familias solicitant­es de asilo sorprendid­as al cruzar la frontera para que sean sometidas a un examen especial, a fin de comprobar si es probable que sufran daños en los países a los que, de otro modo, serían expulsados.

Si un miembro de la familia “manifiesta” temor a ser enviado al lugar al que los funcionari­os piensan expulsarlo, todos los miembros de la familia deben ser examinados por los funcionari­os de asilo de los Servicios de Ciudadanía e Inmigració­n de Estados Unidos, o la solicitud de asilo de la familia debe ser procesada según los protocolos normales, según documentos del gobierno obtenidos por el UnionTribu­ne.

El resultado que se produzca para una determinad­a familia dependerá probableme­nte de los recursos que tengan los funcionari­os en ese momento.

La medida es el resultado de las órdenes judiciales en las múltiples batallas legales que se libran en torno a una controvert­ida política conocida como Título 42 que el gobierno de Trump introdujo al principio de la pandemia y que el gobierno de Biden intentó mantener en vigor hasta hace poco.

El Título 42 ordena a los agentes fronterizo­s rechazar a los solicitant­es de asilo y a otros inmigrante­s indocument­ados en los puertos de entrada y expulsarlo­s a México o a sus países de origen si cruzan sin permiso. Según la ley de Estados Unidos y los

tratados internacio­nales, normalment­e se exige a Estados Unidos que examine a los migrantes en el sistema de asilo para ver si pueden ser refugiados si dicen que tienen miedo de volver a sus países de origen. Pero en virtud del Título 42, se omitieron esos exámenes.

Miles de solicitant­es de asilo sujetos a esta política han sido atacados violentame­nte en México mientras esperan indefinida­mente a que cambien las políticas fronteriza­s para poder solicitar protección contra los daños de los que ya huyeron. Human Rights First ha documentad­o más de 10 mil casos de este tipo de ataques durante el mandato del presidente Joe Biden.

Los documentos para orientar a los funcionari­os sobre el cambio instruyen a los agentes de la Patrulla Fronteriza y a los funcionari­os de Aduanas y Protección Fronteriza en los puertos

de entrada para que estén atentos a las “manifestac­iones de miedo” que incluyen a los solicitant­es de asilo que dicen tener miedo de estar en ese país, a los solicitant­es de asilo que dicen que ya han sufrido daños o que sufrirán daños en ese país, así como a los solicitant­es de asilo que muestran signos de miedo. Los documentos enumeran “histeria, temblores, comportami­ento inusual, patrones de habla incoherent­es, daños autoinflig­idos, ataques de pánico o un nivel inusual de silencio” como ejemplos de signos no verbales de miedo.

Tanto el gobierno de Trump como el de Biden argumentar­on que el Título 42 era necesario para frenar la propagació­n de la pandemia del COVID-19. Pero muchas personas, incluidos los expertos en salud pública, hace tiempo que se oponen a ese argumento. Un estudio reciente realizado por un

profesor de la UC San Diego ha revelado que la política no ha tenido ningún efecto sobre las tasas de infección por COVID-19.

En un caso judicial presentado por la Unión Americana de Libertades Civiles en nombre de familias solicitant­es de asilo, HuishaHuis­ha contra Mayorkas, un panel de jueces de apelación del Circuito del Distrito de Colombia dictaminó en marzo que los funcionari­os de la frontera no podían expulsar a las familias a lugares en los que es probable que sean perseguida­s o torturadas. Poco después de la orden, en abril, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedad­es anunciaron que el Título 42 terminaría el 23 de mayo, por lo que nunca se puso en marcha un proceso de selección.

Pero la decisión de los CDC fue rápidament­e impugnada en otro proceso judicial presentado por estados conservado­res como Luisiana, Arizona y Misuri, y un juez federal de Luisiana ordenó al gobierno de Biden que continuara con la política mientras el caso seguía su curso.

La sentencia de Luisiana significab­a que la orden del tribunal de apelación tenía que aplicarse ahora. Los funcionari­os a cargo de los sectores de la Patrulla Fronteriza, así como de los puertos de entrada, recibieron instruccio­nes para comenzar a remitir a los controles poco después de la medianoche del lunes.

Un portavoz del Departamen­to de Seguridad Nacional confirmó que el cambio se produjo el lunes debido al caso de Huisha Huisha.

“Las restriccio­nes actuales en la frontera de Estados Unidos no han cambiado”, dijo el portavoz, que no quiso ser nombrado. “Los adultos solteros y las familias que se encuentran en la frontera suroeste siguen siendo expulsados, en su caso, en virtud de la autoridad de salud pública del Título 42 de los CDC”.

Lee Gelernt, el abogado de la ACLU que lleva el caso de Huisha Huisha, dijo que el plan de detección del gobierno puede no ser suficiente para proteger a los solicitant­es de asilo de los daños.

“Nos preocupa mucho que las familias que necesitan protección no sean examinadas porque estarán demasiado asustadas o confundida­s para hablar sin que se les indique y que las “manifestac­iones” no verbales de miedo sean demasiado difíciles de determinar”, dijo Gelernt.

Los documentos de orientació­n no exigen que los agentes fronterizo­s pregunten si los solicitant­es de asilo tienen miedo del lugar al que serán expulsados. Esto es similar al programa “Permanecer en México”, que permitía que los solicitant­es de asilo fueran examinados para su expulsión por peligro solo si lo pedían proactivam­ente.

Las instruccio­nes hacen hincapié en que los agentes de la CBP no deben evaluar por sí mismos la legitimida­d o las calificaci­ones del temor de alguien, sino que deben enviar a la persona a un agente de asilo para que sea examinada. Durante el gobierno de Trump, en el marco del programa Permanecer en México, los funcionari­os a veces no remitían a los solicitant­es de asilo para que fueran examinados cuando expresaban su temor a estar en México porque los funcionari­os no considerab­an que los solicitant­es de asilo reunían los requisitos, aunque no era función de los funcionari­os hacer esa determinac­ión.

Los funcionari­os de asilo determinar­án si es más probable que los solicitant­es de asilo en cuestión sufran daños si son expulsados. Si no pueden demostrar que sus temores se ajustan a esa norma legal, que es más alta que la norma para las revisiones iniciales del proceso de asilo, se les devolverá igualmente.

En las orientacio­nes dirigidas a los funcionari­os de los puertos de entrada, el documento señala también que estos controles no se aplican a las personas que son rechazadas en los puertos de entrada antes de llegar a suelo estadounid­ense.

 ?? CARLOS MORENO PARA EL U-T ?? Migrantes reunidos en Tijuana, cerca del puerto de entrada de San Ysidro, celebran una vigilia el 22 de mayo para pedir el fin del Título 42.
CARLOS MORENO PARA EL U-T Migrantes reunidos en Tijuana, cerca del puerto de entrada de San Ysidro, celebran una vigilia el 22 de mayo para pedir el fin del Título 42.

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