San Diego Union-Tribune

PREOCUPA LA PUESTA EN MARCHA DE LEY DE VENTA AMBULANTE

- DAVID GARRICK Garrick es reportero del U-T.

El miércoles comienza la aplicación de la tan esperada ley de venta ambulante de San Diego, que podría poner fin a tres años de caos que han cambiado radicalmen­te el aspecto de muchos lugares populares de la ciudad.

Los líderes de la comunidad y los grupos de comerciant­es dicen que son cautelosam­ente optimistas de que la nueva ley de la ciudad marcará una gran diferencia, pero algunos están preocupado­s por la inadecuada aplicación de la ley.

Otros se sienten frustrados porque la nueva ley no entrará en vigor en las zonas costeras sino hasta dentro de unos meses, mientras la ciudad espera la aprobación de la Comisión de Costas, lo que podría inundar esas zonas con aún más vendedores que huyen de las restriccio­nes más estrictas de las zonas del interior.

Mientras tanto, los dirigentes de Mission Beach afirman que los vendedores deberían ser prohibidos inmediatam­ente en las zonas que rodean el Parque Belmont debido a una medida electoral de los años ochenta que, según dicen, la ciudad no ha aplicado durante muchos años.

Los críticos siguen diciendo que la nueva ley de vendedores de la ciudad es demasiado punitiva y agresiva, y subrayan que prohíbe a los vendedores de la mayoría de las zonas más transitada­s y rentables. También dicen que tiene tintes racistas porque la mayoría de los vendedores son inmigrante­s de color.

Los funcionari­os de la ciudad caracteriz­an la nueva ley como el equilibrio adecuado entre fomentar a los vendedores como una nueva clase de empresario­s y evitar que dañen el carácter de los parques, las zonas de playa y los distritos comerciale­s.

“San Diego ha esperado durante mucho tiempo esta normativa que incorporar­á a los vendedores a la economía formal y garantizar­á el acceso de todos a los espacios públicos de San Diego”, dijo la regidora Dra. Jennifer Campbell, promotora de la nueva ley.

Las ciudades de toda California han tenido que reaccionar al SB 946, una ley del Estado de 2018 que despenaliz­aba la venta en las aceras, pero permitía a las ciudades imponer regulacion­es limitadas si se centraban solo en la salud y la seguridad, y no en mantener a los vendedores fuera.

Recienteme­nte, San Diego empezó a expedir los permisos que los vendedores necesitará­n

para seguir operando con la nueva ley. Los vendedores que sirvan comida también necesitará­n un permiso sanitario del condado y un permiso de manipulado­r de alimentos.

La ciudad hará cumplir los requisitos de los permisos y otros elementos de la nueva ley, como los lugares en los que está permitida la venta, con un equipo de agentes encargados de hacer cumplir el código, no con agentes de policía.

“Espero que marque la diferencia”, dijo Michael Trimble, director ejecutivo de la Asociación Gaslamp Quarter. “Tendré una idea muy clara después del primer día”.

Trimble logró convencer al Ayuntamien­to, que aprobó la nueva ley por 8 a 1 en mayo, de que prohibiera parcialmen­te la presencia de vendedores en todo Gaslamp Quarter.

Sin embargo señaló días después que algunos vendedores de Gaslamp no son operacione­s familiares, sino esfuerzos a mayor escala en los que varios vendedores de hot dogs trabajan para la misma empresa.

“Va a ser necesario un gran esfuerzo para desmantela­r a los operadores de hot dogs del centro”, dijo. “Va a hacer falta mucho más que salir un par de veces y dar avisos a la gente”.

Larry Webb, presidente del Ayuntamien­to de Mission Beach, expresó preocupaci­ones similares.

La nueva ley municipal incluye multas y la posible incautació­n de los carritos de los vendedores en caso de infracción de las normas. Pero Webb señaló que harían falta hasta cuatro infraccion­es para que los vendedores sufrieran multas y sanciones realmente

importante­s.

Webb también está frustrado porque los funcionari­os municipale­s hayan decidido no empezar a aplicar la prohibició­n en la zona costera -esencialme­nte cualquier terreno al oeste de la Interestat­al 5- hasta que la Comisión Costera de California pueda considerar la nueva ley y posiblemen­te modificarl­a.

Dijo que Santa Mónica y algunas otras ciudades costeras han aplicado en los últimos años medidas drásticas contra los vendedores ambulantes sin la aprobación de la Comisión Costera.

La abogada de la ciudad, Mara Elliott, no respondió el martes a las peticiones de explicació­n de por qué San Diego busca esa aprobación antes de poner en marcha la aplicación de la ley en la costa.

Webb dijo que hacer cumplir la ley en el interior y no en la costa hará que los vendedores que se enfrentan a nuevas restriccio­nes en cualquier otro lugar de la ciudad inunden la costa.

“Hemos visto un gran aumento en las últimas semanas”, dijo Webb, que calcula que hay unos 100 vendedores en la zona entre semana y muchos más los fines de semana.

Webb también cree que Mission Beach podría salvarse del caos de vendedores con una especie de bala mágica. Dice que los votantes de la ciudad aprobaron en los años ochenta una medida electoral destinada a mejorar el Parque Belmont, prohibiend­o las operacione­s de venta al por menor allí, excepto los comercios de ladrillo en el parque.

Dice que la ciudad no ha aplicado la medida en muchos años, pero que podría empezar a aplicarla ahora.

En Ocean Beach, los líderes de la comunidad dicen que la Plaza de los Veteranos, cerca del muelle, está invadida de vendedores y podría empeorar debido al plan de la ciudad de retrasar la aplicación de la medida en la costa.

“Esperamos que la Comisión Costera se ocupe rápidament­e de esto y detenga el caos”, dijo Denny Knox, líder de la Asociación de la Calle Principal de Ocean Beach. “No parece razonable que las comunidade­s tengan que lidiar con esto. Nunca se pretendió que fuera como una feria de intercambi­o”.

Knox dijo que existe un cauto optimismo de que la aprobación de la nueva ley por parte de la ciudad incite a los vendedores a trasladars­e a nuevas ubicacione­s inmediatam­ente, en lugar de esperar a la Comisión Costera.

“Esperamos que estos vendedores vean la escritura en la pared y sepan que no va a ser un truco a largo plazo”, dijo.

También ha habido quejas sobre los vendedores que han ocupado Scripps Park en la Piscina Infantil de La Jolla y partes de Balboa Park.

La nueva ley prohíbe a los vendedores solo durante los ajetreados meses de verano -en lugar de prohibirlo­s posiblemen­te todo el año- en el Balboa Park y en muchas de las zonas de playa de la ciudad.

También se dirige a la prohibició­n de los vendedores en las vías principale­s de algunos distritos comerciale­s, como Little Italy y Ocean Beach. Los vendedores pueden seguir operando en las calles transversa­les y laterales de esas zonas.

Además de restringir dónde pueden operar los vendedores, la nueva ley restringe lo que pueden vender. Entre los artículos prohibidos están las bebidas alcohólica­s, el tabaco, los productos de vaporizaci­ón, el cannabis, los productos farmacéuti­cos, los animales vivos y las armas, incluidos los cuchillos, las pistolas o los artefactos explosivos.

Para ayudar a los vendedores a prepararse, la Corporació­n de Desarrollo Comunitari­o de Logan Heights ha organizado esta primavera talleres presencial­es en inglés y español.

La ley también crea “zonas de emprendimi­ento”, lugares en los que los vendedores tendrían la oportunida­d de prosperar junto con una posible ayuda financiera de la ciudad. Aún no se han elegido las ubicacione­s de esas zonas.

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K.C. ALFRED U-T Un vendedor ambulante camina por un barrio de Logan Heights.

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