¿DEROGARÁ NATIONAL CITY SU PROHIBICIÓN DE PASEOS DE LOWRIDERS?
El Ayuntamiento lo examinará ante audiencia en abril
¿Derogará National City su ordenanza de 1992 contra el cruising?
Es una pregunta que el Ayuntamiento se ha hecho repetidamente en los dos últimos años. Parece que los funcionarios electos están finalmente dispuestos a decidir la cuestión el próximo mes.
La semana pasada, el concejal Marcus Bush, aliado del grupo lowrider local que encabeza los esfuerzos para revocar la prohibición, presentó una moción para debatir formalmente el tema en abril. Recibió el apoyo unánime de sus colegas.
Los miembros de la United Lowrider Coalition, con sede en National City, que han presionado a las autoridades locales y estatales para que anulen las prohibiciones de los cruisings o paseos de autos acondicionados como lowriders, recibieron con aplausos la aprobación del consejo.
“Hemos pasado por esto antes y aquí estamos de nuevo”, dijo Aída Castañeda, directora ejecutiva de la Coalición. “Pero estoy entusiasmada con las oportunidades que tenemos de pasar página y marcar un nuevo rumbo para National City”.
Añadió que los funcionarios deben tener una “conversación honesta” sobre los paseos sin la prohibición y los paseos de lowriders a través de un evento organizado porque “son dos cosas diferentes”.
Los funcionarios han expresado en repetidas ocasiones su apoyo al cruising , pero han paralizado los esfuerzos para levantar la prohibición porque temen que, sin ella, los recursos de la ciudad tendrían que responder al aumento del tráfico y el bloqueo de las intersecciones y las entradas a los negocios.
Un cruising organizado y patrocinado, como un desfile local, sería más manejable, han dicho algunos dirigentes municipales. El pasado diciembre, la ciudad aprobó la autorización de cruisings como eventos organizados y patrocinados por la ciudad. Al tratarse de un evento autorizado, no se cobrarán las tasas de seguridad y control del tráfico.
Los miembros de la coalición respondieron que el patrocinio era un paso en la dirección correcta, pero que no iba lo suficientemente lejos.
“Aunque aplaudimos a la ciudad por estos esfuerzos, se queda corta a la hora de abordar la derogación de la ordenanza de prohibición de paseos de lowriders”, declaró previamente al Ayuntamiento Marisa Rosales, miembro de la Coalición.
Las tensiones entre la ciudad y la comunidad lowrider crecieron en 2022 cuando National City acordó autorizar seis paseos como parte de un programa piloto para evaluar si la ciudad debería legalizar las reuniones. La primera tuvo lugar el año pasado, cuando varios automóviles recorrieron un tramo de la avenida Highland.
La ciudad dijo a los organizadores que tendrían que pagar hasta 20 mil dólares en policía y otros recursos de la ciudad para los cruisings restantes para manejar mejor la congestión del tráfico. Incapaces de cubrir los costos, los organizadores cancelaron los paseos y dijeron que sentían que la ciudad estaba imponiendo obstáculos en lugar de encontrar maneras de apoyar a los lowriders.
Mientras tanto, grupos de lowriders de otras ciudades californianas, como San José y Sacramento, se inspiraron en la United Lowrider Coalition para conseguir que se derogaran las prohibiciones en sus municipios.
Los grupos lowrider también han conseguido la ayuda de los legisladores. La Asamblea Legislativa aprobó por unanimidad una resolución que anima a las autoridades locales a apoyar la cultura del cruising y derogar sus prohibiciones. El asambleísta David Álvarez va un paso más allá. El mes pasado presentó un proyecto de ley que permitiría a los gobiernos dejar de prohibir a los conductores el cruising. La Comisión de Transportes de la Asamblea está estudiando la propuesta.