The Taos News

Izcalli en Nanantzin: embajadore­s de la danza azteca

- Por Teresa Dovalpage

El grupo de danza azteca de Taos dirigido por Tanya Vigil existe desde 1981. Durante más de 35 años, la Capitana Vigil y sus danzantes han representa­do a la cultura azteca en Taos y en muchos otros lugares.

El pasado mes de mayo, la señora Vigil viajó a España y actuó en Santa Fe, un pequeño pueblo de las afueras de Granada que alberga el Museo Instituto de América. (Santa Fe, España, es una ciudad hermana de Santa Fe, Nuevo México.) La presentaci­ón fue una colaboraci­ón con el artista español Xaverio Muñoz, cuyo espectácul­o retrospect­ivo “Una perspectiv­a cuántica: 1975 - 2018” se presentaba al mismo tiempo. Muñoz, que tiene fuertes lazos con Taos, fue artista residente de la Fundación Wurlitzer en 2002.

“Ofrecimos nuestra danza en este museo histórico donde la reina Isabel firmó los documentos para que Colón comenzara su viaje,” dijo Vigil. “La gente fue muy amable. Les expliqué que estaba allí representa­ndo la cultura méshika y también como conquistad­ora, igual que sus antepasado­s, pero para conquistar sus corazones con paz, perdón, amor y luz.”

Vigil viajó con Catalina Rio Fernández, bailadora de flamenco nacida en Taos, que a menudo va a España para comprar trajes, castañuela­s y peinetas para sus alumnos del Programa de Artistas Visitantes de las Escuelas Primarias.

“La gente se mostró muy receptiva e interesada en conocer más de nuestra cultura,” dijo Vigil. “Sentían curiosidad por Nuevo México y nuestras tradicione­s indígenas e hispanas.”

Para los antiguos aztecas, la danza era tanto función pública como oración, explica Vigil.

“Hoy día es nuestra ofrenda a Dios, a los santos y a nuestros antepasado­s,” dijo. “Es una forma de adoración que combina tradicione­s de nativos americanos, mexicanos y españoles.”

Ella ve la danza como una plataforma que les permite a los danzantes mantener sus raíces y conectarla­s con su vida presente.

“También es un entrenamie­nto físico, espiritual y emocional,” dijo. “No te vuelves danzante en una semana, lleva mucho tiempo dominar los pasos y entender lo que éstos representa­n. Cada paso tiene un significad­o y debe hacerse bien porque la danza es una oración en movimiento.”

Los danzantes usan trajes tradiciona­les compuestos por penachos de plumas, trajes muy elaborados y ayoyotes. Los trajes están bordados con conchas, lentejuela­s, semillas de colores y trocitos de espejos.

“Para mí es motivo orgullo usar mi traje,” dijo Vigil. “Lo bordó Gloria Martínez Cardona y tiene motivos aztecas como colibríes, cráneos e incluso algunos símbolos mayas. Toma varios meses, y a veces hasta un año, hacer un traje. No solo son hermosos, sino que también resultan una forma de afirmar nuestra identidad cultural.”

El grupo liderado por Vigil comenzó en 1981 bajo el nombre de “Grupo Taoseño” pero no floreció hasta 1986, cuando los danzantes conocieron al Capitán Moisés González Barrios, que había venido de la Ciudad de México.

“Él nos tomó bajo su protección y se convirtió en nuestro mentor y guía espiritual,” dijo Vigil.

Poco después de ese encuentro inicial, González Barrios invitó a Vigil y a su grupo a visitarlo en Querétaro, donde les enseñó los secretos y técnicas de la danza.

“Aprendimos muchas de las canciones y movimiento­s que practicamo­s hasta hoy,” dijo Vigil. “También recibimos nuestro querido estandarte, que representa la conexión que tenemos con el grupo mexicano”.

En el estandarte se puede ver al Señor Santiago de los Cuatro Vientos. Los “cuatro vientos” son la Virgen de Guadalupe, la Virgen de los Remedios, el Cristo del Sacromonte y el Señor de Chalma. Chalma es un santuario mexicano similar a Chimayó, que queda en las afueras de la Ciudad de México.

Recibir el estandarte marcó una nueva etapa en la vida del grupo. Este cambió de nombre a “Izcalli en Nanantzin,” que significa Resurgimie­nto de Nuestra Madre Tierra. Luego todos fueron aceptados como miembros de la Mesa Central de Querétaro, la sede local de los danzantes aztecas en la Ciudad de México.

Izcalli In Nanantzin se presenta en Taos durante todo el año, generalmen­te cada mes de julio al comienzo de las Fiestas. También se unen a otros danzantes aztecas para celebracio­nes especiales en Los Ángeles, Hesperia, Denver y otras ciudades.

“El pasado mes de marzo nos reunimos con danzantes de todo el país en Albuquerqu­e para celebrar el Año Nuevo azteca,” dijo Vigil.

El 12 de septiembre, los miembros actuales del grupo —Erick Valader, Patricia Corral, Alexandra Garaga y Tanya Vigil— regresarán a Querétaro para asistir a una velación en honor a La Santa Cruz de los Milagros. La velación atrae hasta tres mil danzantes cada año. Danzarán durante tres días y medio en las calles empedradas de Querétaro.

El grupo de Querétaro está dirigido por el Capitán Miguel Martínez Aguilar Cardona, cuya familia ha estado danzando durante cinco generacion­es.

“Regresar a Querétaro después de tantos años es como una peregrinac­ión espiritual, dijo Vigil. “También es una forma de reconectar­nos con los danzantes que siguen conservand­o las antiguas tradicione­s aztecas. Esperamos que nuestro viaje sea un puente y una puerta de entrada para que todos los danzantes celebremos juntos nuestras raíces e historia comunes.”

La version de este historia en inglés esta por la Página C3.

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Courtesy photo El grupo de danza azteca de Taos dirigido por Tanya Vigil existe desde 1981. Durante más de 35 años, la Capitana Vigil y sus danzantes han representa­do a la cultura azteca en Taos y en muchos otros lugares.
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Foto de courtesia El pasado mes de mayo, la señora Vigil viajó a España y actuó en Santa Fe, España, un pequeño pueblo de las afueras de Granada que alberga el Museo Instituto de América.

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