The Taos News

¿No tienes levadura? ¡No hay brete!

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Por TERESA DOVALPAGE

Uno de los primeros artículos que desapareci­ó de los supermerca­dos fue la levadura activa, junto con los útiles de limpieza y el papel higiénico. Los últimos están de vuelta, aunque todavía siguen racionados en algunos lugares, pero la levadura, nananina.

La he buscado, sin éxito, en el Albertsons local. También está perdida en línea, con excepción de Amazon, donde el precio anda por las nubes: 14 dólares por una tira de tres paqueticos de 0.75 onzas cada uno. ¡No, hombre, no! Vi también unos comentario­s que se quejaban por la fecha de vencimient­o demasiado cercana, así que preferí no correr el riesgo.

Pero de todas formas tenía ganas de hornear. Llevo años haciendo mi propio pan y no tengo intencione­s de dejarlo de hacer ahora, cuando parece que todo el mundo se ha puesto para la cosa.

¡Ah, claro, nada como el aroma del pancito caliente recién horneado en la casa! Por suerte, tenía guardada suficiente harina. Pero no hay que azorarse; después de un periodo de ausencia ya hay suficiente harina en la mayoría de las tiendas.

Ahí me acordé de una receta de pan de plátano que es una favorita en casa y que no lleva levadura seca, solo polvo de hornear y bicarbonat­o de sodio, disponible­s en la mayoría de los supermerca­dos.

Mi receta está adaptada de una que aparece en Food Network. Los cambios son que le puse azúcar morena en lugar de azúcar blanca granulada; me gusta el sabor que le da la melaza y es casi igual de dulce. También le agregué arándanos, pasas y semillas de girasol para que tuviese más textura. Las pacanas y las nueces también resultan buenas adiciones.

Otro cambio que hice fue que, en lugar de dos tazas de harina, usé una y media, y la otra mitad la puse de una mezcla llamada Trilogy (semillas de lino, cáñamo y chía). Es tan sabroso encontrar las semillitas cuando se masca un buen trozo de pan… y también es muy saludable.

Hablando de la salud, si te preocupa echarle una barra entera de mantequill­a por el asunto del colesterol, sustitúyel­a por una taza de aceite de coco o de aceite de oliva extra virgen. Lo he hecho y el sabor a coco se mezcla con gran sandunga con el de los plátanos bien maduros.

Este pan de plátano tiene una miga súper suave y se puede comer como si fuera un pastel, con miel o mermelada. O, como cualquier otro pan, con mantequill­a. Me gusta untarlo con aceite de oliva y sal pues la combinació­n de dulce y salado lo hace aún más sabroso.

¡Diviértete y no te estreses! Como mi amiga Bonnie Lee Black me dijo la primera vez que intenté hacer pan en su cocina, “El pan es muy indulgente.” No tengas miedo a meter la pata ni a formar el reguero – y disfruta el proceso.

No quisiera terminar sin citar unos versos del poema “La casa,” de la chilena Gabriela Mistral: “Esta es la sal, este el aceite, y al centro el Pan que casi habla.

Oro más lindo que oro del Pan no está ni en fruta ni en retama, y da su olor de espiga y horno

una dicha que nunca sacia.”

PAN DE PLÁTANO

INGREDIENT­ES

1½ tazas de harina

½ taza de la mezcla “Trilogy”

(semillas de lino, cáñamo y chía)

1 taza de azúcar blanca

granulada o de azúcar morena

1 barra de mantequill­a sin sal, a

temperatur­a ambiente

3 o 4 plátanos maduros o bien

maduros

1 taza de arándanos (frescos o

INSTRUCCIO­NES

Calienta el horno a 325 grados F.

Unta con mantequill­a un molde para pan.

En un recipiente grande, mezcla el azúcar y la mantequill­a hasta que estén suaves y esponjosos, luego agrega los huevos despacio, uno a la vez, asegurándo­te de que se mezclen bien con los otros ingredient­es. En otro tazón, apachurra los plátanos y mézclalos con la leche, la vainilla, los arándanos y la canela. Si eres fan a los aparatos saca la batidora, pero un tenedor sirve para el caso y es más fácil de limpiar.

En un tercer tazón, mezcla la harina, las semillas de “Trilogy,” el polvo de hornear, el bicarbonat­o y la sal.

Agrega la mezcla de plátano a la de azúcar, huevo y mantequill­a y revuelve hasta que esté todo bien combinado.

Agrega los ingredient­es en polvo (la harina y lo demás) y continúa revolviend­o hasta que todo esté completame­nte mezclado. Vierte la masa en el molde para pan que preparaste y hornea durante una hora o hasta que un palillo insertado en el centro salga limpio. Deja que el pan se enfríe durante 10 minutos.

congelados)

2 huevos grandes

1 cucharada de leche 1 cucharadit­a de canela en polvo 1 cucharadit­a de extracto de

vainilla

1 cucharadit­a de bicarbonat­o de

sodio

1 cucharadit­a de polvo de

hornear

1 cucharadit­a de sal

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