La Mamacita Gansa con Chile Verde
Prólogo, Parte II: La Mamacita Gansa se transforma en La Viejita Hubbard
Debido a la popularidad de las nanas infantiles compuestas por la Mamacita Gansa histórica, pronto se le atribuyeron otras piezas que ella ni había conocido. Esto pasó por obra del autor Carlos Peralta, quien había hecho sus obras conocidas a través de Francia cuando originó su género literario llamado “los cuentos de hada.”
Otro escritor que promulgaba sus piezas, en francés fue Juan de la Fuente quien tomó los antiguos cuentos de Esopo y les dio una vuelta filosófica. Los Hermanos Grimm también se metieron en ese género y pronto le atribuyeron crédito a La Mamacita Gansa por ellos. Cuando el célebre Juan Gotemburgo inventó la imprenta en 1440, fue más fácil para circular sus obras.
Debido al rumor que la Reina había escrito las obras, pronto recibió crédito por otros poemas escritos en inglés. La Mamacita Gansa entró en la literatura como dos otros personajes femeninos: la primera fue La Viejita Xobar: “La Viejita Xobar se fue a buscar un hueso pa’l perro, en su pobre hogar, pero cuando llegaba, nada halló y el pobre del perro otra vez aguantó. Acudió bien prontito a la panadería, porque un huesito el perro quería. Pero regresando a su casa, corría y halló que su perro de hambre moría. Se fue pero pronto un ataúd a comprar en la casa mortoria de ese lugar. El perro la vio y se le hizo chistoso, soltando la risa de puro gozo. Se fue al carnicero, a comprar una tripa pero vio que su perro fumaba una pipa.”
La Reina en este caso, fue Carolina de Brandenburgo-Ansbaque, la esposa del Rey Jorge II, quien tuvo a ocho hijos. Otros historiadores consideraban la posibilidad que el mismo Rey Jorge era “la viejita” porque usaba una peluca que causaba a sus súbitos que les llamaran “la viejita.”
Otro poema rústico se refiere a una viejita que vivía en un zapato: “Vivía una viejita en un zapato ayer con tantos mococito que no sabía qué hacer. Les daba caldo claro con pan para cenar. Con unas nalgaditas los mandaba a acostar.”
En este caso, los “muchos niños” se
refería a los socios del Parlamento y la cama donde los “acostaba” era la Cámara del Parlamento mismo. “El látigo” se refería al parlamentario que mantenía el orden.
El problema con este género de literatura de “cuentos de hada,” fue que nada se podía tomar en serio como cosa fija. Siempre tenía un significado más profundo y oculto. Era la manera por la cual los súbitos ordinarios podían criticar al Rey o a los clérigos sin que ellos se dieran cuenta. A veces esos bocaditos de verso humorístico tomaban la forma de adivinanzas. La nanas infantiles casi siempre fueron las primeras frases y oraciones que los niños aprendían de corazón. Les estimulaban la imaginación a sus vidas de fantasía. Para los adultos, eran una manera de vengarse con los que poseían en poder político. El pintor Michelángelo mismo escribió un verso cástico donde se refería la Papa Julián II como su ‘Medusa personal.”
Consideremos a este bocadito de verso folk en Nuevo México disfrazado como una adivinanza: “¿Como puede ser que un hombre en el servicio de Dios se case con Hija y Madre, siendo doncellas las dos?” El poema se refiere al Padre Antonio Juan Martínez de Taos quien se casó con una Hija de Dios y después, cuando enviudó, se casó con la Madre Iglesia de Dios.
Las nanas infantiles a veces se visten de trajes de humor. Considerad este versito francés y ved si lo reconocen en otro idioma: “Hompté Dompté assis sur un mur. Hompté Dompté en tomba très dur. Ni les chevaux ni les soldats du roi, n’ont pu recoller ce gran maladroit.”
( La respuesta se la daremos la semana próxima.)