Mazorca asada
Al carbón, con mantequilla derretida y un poquitín de sal, la mazorca se toma por el tallo y, con la otra mano, se afirma con la yema del dedo índice por el otro extremo para morder. Muchas son lechosas y dulces, con leves tonos tostados; se comen al lado de una hornilla callejera, donde los cuescos arden rojos y los granos brillan cuando les untan la mantequilla con una brocha pequeña. La mazorca de maíz tierno dulce nos llegó desde Estados Unidos, pero se volvió infaltable.