Chorizo, butifarras, morcilla y longaniza

Los chorizos en Colombia deberían tener apelación de origen; los santarrosanos son famosos, los ahumados de Villamaría, obligados, y los guarceños de El Retiro, Antioquia, ni hablar. El chorizo colombiano original es del tamaño del dedo medio, pero algunos los alargaron tanto que ya parecen longanizas. Estas, a diferencia del chorizo, deben su nombre por herencia europea y hacen referencia a lungo o largo en italiano. Estos dos embutidos tienen carne de cerdo picada y son elaborados con la tripa de cerdo como requisito. La morcilla colombiana se asemeja a la de Burgos, España, pues la de allá lleva arroz y cebolla horcal, y la nuestra tiene el aroma del poleo. Las butifarras siempre serán asociadas con la población de Soledad, Atlántico, donde sus artesanos no dudan en reclamar el trofeo como las mejores del país. Son pequeñas, algo picantes por la pimienta negra, y necesarias como mecato callejero.