TANNUS ARMOUR TUBELESS
>>La llegada del Tubeless al Mountain Bike supuso un salto cualitativo en cuanto a fiabilidad, cambiando por completo la forma de disfrutar el deporte y afrontar las competiciones. Tratando de mejorar lo casi inmejorable ya hace unos años surgieron los popularmente conocidos como mousse, tecnología heredada de las motos, consistentes en unos tubos de espuma capaces de blindar las ruedas contra pinchazos por pellizco. De éstos hay diferentes formatos, pero probablemente este Tannus Armour Tubeless sea de los más elaborados. Como su propio nombre indica, están diseñados para su uso en neumáticos Tubeless (disponen de versiones compatibles con cámaras) y como particularidad en su diseño encontramos que no ocupan todo el volumen interior del neumático y que son aptos para su utilización junto a líquido sellante, pues el espumoso material que los conforma no absorbe líquidos. Una vez instalado el Tannus queda situado en el centro del volumen del neumático, dejando una cámara entre él y el terreno. De esta forma su uso no condiciona el tacto o capacidad para amoldarse al terreno del neumático, como sí hacen otro tipo de mousse tubulares que macizan el Tubeless y hacen que la pisada sea algo más dura y lenta. Por esa cámara el líquido sellante se mueve
liberemente, como lo haría dentro de un Tubeless sin Tannus. Además cuenta con orificios para favorecer el paso del líquido hacia la llanta y sellar posibles fugas por cabecillas de radios o la propia válvula. Entre neumático y llanta queda un grueso de casi 2 cm de espuma que evitará el corte del flanco por pellizco. En el caso extremo de producirse, siempre podremos volver a casa sin aire pedaleando “en llanta”, o más bien sobre el propio Tannus sin miedo a dañar la llanta o sufrir un destalonamiento, ya que el propio Tannus mantiene el neumático acoplado.
Hasta aquí todo son virtudes. Este diseño disfruta de las máximas prestaciones en cuanto a protección, permite actuar al líquido sellante libremente y no altera el tacto del neumático, por lo que podemos usar las presiones de siempre y disfrutar del mismo agarre y velocidad de rodadura. La mayor limitación la encontramos en el montaje, que para los menos hábiles puede resultar hasta imposible. Talonarlo dentro de la llanta es complicado, y conviene seguir la instrucciones y utilizar jabón para que deslice y encaje mejor a la primera. El peso añadido puede ser otro hándicap, 160g por unidad (la probada es la más grande, 29x2,60”) más otros 120g adicionales de la doble ración de sellante recomendada por Tannus. Esto para e-Bike o DH no es un problema, pero en Enduro o Trail ya se empiezan a mirar los gramos con lupa.