Clara

AZÚCAR AÑADIDO

Cómo dejarlo y vivir más y mejor

- Por Carmen Fernández Aguilar

¿Le darías a un niño 20 terrones de azúcar para merendar? ¿Comerías tortilla de patata con azúcar? Pues lo haces sin darte cuenta. El azúcar está tan presente en los productos de consumo habitual que hemos triplicado la cantidad que tomamos en los últimos años sin ser consciente­s… Pero hay solución y es más sencilla de lo que piensas.

CarlosCarl­os es un niño de 10 años alegre y risueño. Desayuna cada día le-che le-che con cacao azuca-rado azuca-rado y cereales azu-carados. azu-carados. Para el recreo lleva su brik de zumo y un paquete individual de galletas. En casa, hoy come gui-so gui-so con patatas y mañana arroz con verduras. Para merendar, un batido de fresa y pan con crema de cacao. A las 9 cena salchichas con patatas y su madre le ofrece fruta. Antes de dormir hace una mini incursión a la despensa y se toma algo de bollería.

¿De qué se alimenta el pequeño Carlos?

Lo que come mayoritari­amente el pequeño Carlos a lo largo del día es azúcar. Y no de forma directa. directa. Ningún padre daría a su hijo 20 terrones de azúcar para merendar… pero ahí están, en forma de azúcar añadido en el zumo, el cacao… Pero también en salchichas, en galletas saladas y en todos los ultraproce­sados ultraproce­sados que se encuentran habitualme­nte habitualme­nte en nuestras despensas, como como explica Carlos Ríos en su libro Comecomida­real (Ed. Paidós).

Los datos están ahí (y son alarmantes)

El azúcar añadido está tan presente en nuestra alimentaci­ón que hoy un niño de 8 años ya ha tomado a esta edad más azúcar que su abuelo en toda su vida, según el Estudio ANIBES. ANIBES. Y es que antes el consumo de azúcar era esporádico. Se tomaba en fechas señaladas ( cumpleaños, cumpleaños, Navidad…) y en preparacio­nes preparacio­nes caseras. Hoy hemos triplicado este consumo. Según este estudio, tomamos 71,5 gramos de azúcar al día, y ni siquiera somos consciente­s consciente­s de ello porque está presente en productos que nunca diríamos.

El azúcar engorda y provoca sobrepeso

Hoy en día un niño de 8 años ya ha tomado a esta edad más azúcar que su abuelo en toda su vida.

El exceso de azúcar hace que se acumule más grasa en el cuerpo. Cuanto más azúcar tomas, más grasa grasa acumulas. Al principio, el cuerpo coloca la grasa donde no le molesta molesta (en el culo, cartuchera­s, interior de muslos, brazos, papada…), pero luego pone la grasa donde puede: puede: abdomen, alrededor del corazón, corazón, de los riñones… en fin, en todas partes. ¿ Consecuenc­ias? Hígado Hígado graso, riesgo de enfermedad­es cardiovasc­ulares… y obesidad.

El azúcar eleva (y mucho) el riesgo de cáncer

La obesidad está relacionad­a con un mayor riesgo de contraer muchos muchos tipos de cáncer (colon, mama, riñón, páncreas…). Se estima que detrás del 20% de todos los tipos de cáncer está el exceso de peso. Pero además se ha visto que consumir consumir un exceso de azúcar añadido se relaciona con un mayor riesgo de cáncer también en personas no obesas y sin sobrepeso.

Y también aumenta las posibilida­des de sufrir diabetes

Cuando tomamos una y otra vez grandes cantidades de azúcar, estimulamo­s estimulamo­s en exceso la producción de insulina, una hormona que saca el exceso de azúcar de la sangre y lo conduce a los tejidos, donde se acumula acumula en forma de grasa.

• La insulina no es algo que podamos podamos “gastar” libremente. Con los años, si nos excedemos continuame­nte, continuame­nte, la insulina puede dejar de funcionar y el azúcar en sangre estará siempre alto y no bajará aun segregándo­se insulina. A esto le llamamos llamamos diabetes tipo 2.

• “Cada día más de mil personas comienzan a tener diabetes en España. Y de todos estos casos, casi el 90% tiene obesidad”, afirma afirma José López Alba, endocrinól­ogo endocrinól­ogo y director de comunicaci­ón de la Sociedad Española de Diabetes. Piensa que si desapareci­era la diabetes diabetes tipo 2, se podría evitar un tercio tercio de los infartos y 1 de cada 7 ictus.

Puede estropear nuestra memoria y nos envejece

Una dieta rica en azúcar, a largo plazo, plazo, produce cambios en el sistema nervioso que causan deterioro cognitivo cognitivo y la aparición de problemas de memoria. Como explica Ríos, “es un mito que el cerebro necesite necesite azúcar. Lo que necesita es glucosa, glucosa, que puede obtener de frutas, legumbres, cereales integrales…”. • Además, “el azúcar es el enemigo enemigo natural del colágeno”, no se cansa de repetir el famoso dermatólog­o dermatólog­o Nicholas Perricone. Si hay un exceso de moléculas de azúcar, estas se adhieren a las fibras de colágeno colágeno y hacen que pierdan elasticida­d. elasticida­d. La piel se vuelve flácida y se acelera el envejecimi­ento prematuro. Por lo que si quieres frenar las arrugas en tu rostro y en tu cuerpo, además de ponerte cremas antiedad cada día, deja el azúcar.

• También está demostrado que las fluctuacio­nes de azúcar en sangre nos dejan sin energía, lo que nos quita las ganas de realizar cualquier actividad física. Cuantos más ultraproce­sados comemos con azúcares añadidos, mayor es la sensación de aletargami­ento que sentimos. Y con ello, menos deporte deporte practicamo­s, y a más sedentaris­mo, sedentaris­mo, más aumenta el riesgo de sobrepeso y obesidad… Y vuelta a empezar con este círculo vicioso.

Me has convencido, ¿cómo lo dejo?

Estamos rodeados de productos ultraproce­sados que combinan el azúcar con harinas, aceites, sal y potenciado­res potenciado­res de sabor. Son verdaderas verdaderas obras de ingeniería creadas creadas para ser apetecible­s e irresistib­les. irresistib­les. Por eso cuando los consumimos, consumimos, no podemos parar. Nos enganchan pero… apenas sacian. ¿ Por qué? “Los fabricante­s quieren que los productos estén muy ricos y que nos cueste mucho dejar de comerlos. comerlos. Es por eso por lo que cuando hablamos de azúcar se suele hablar de ‘adicción’, como si fuera una droga. droga. No lo es, pero la manera en la que enseñamos a reeducar el paladar de los pacientes es como si de una droga droga se tratase, reduciendo su consumo poco a poco”, remarca la nutricioni­sta nutricioni­sta Ángela Quintas, autora de Adelgazapa­rasiempre Adelgazapa­rasiempre (Ed. Planeta).

Para dejar el azúcar hay que saber dónde está

La verdad es que está en todas partes. Se añade demasiado azúcar a cientos cientos de productos procesados y esto no es saludable. Y se hace porque es un ingredient­e barato, que actúa de conservant­e y encima hace que el producto guste más y que quien lo prueba quiera repetir.

“La industria lo usa en cantidades enormes y en multitud de productos, sin que sepamos reconocerl­os, para obtener una aceptación rápida rápida y un mayor tiempo de caducidad. caducidad. El azúcar tampoco es un veneno veneno como muchos afirman, es decir, una cucharadit­a en el café no mata a nadie, pero como no es necesario, pues el consejo de tomar el mínimo posible no es un mal consejo”, explica explica con gran acierto el doctor Carlos Casabona, autor de Túeligeslo­que comes (Ed. Paidós).

• Para cuidar nuestra salud, tenemos tenemos que saber leer las etiquetas: “Tenemos que ser cada vez más consciente­s consciente­s de que nuestra esperanza y calidad de vida dependen, en gran medida, de nuestras elecciones”, añade el endocrinól­ogo López Alba. Toma nota de en qué tienes que fijarte fijarte para tomar buenas decisiones sobre los productos que vas a tomar. 1.º Si el producto lleva azúcar entre los ingredient­es, podemos revisar la cantidad nutriciona­l que figura en el apartado donde dice “de los cuales azúcares”.

2.º La cantidad suele estar especifica­da especifica­da por 100 g/ml de producto.

3.º Haz cálculos por terrones. Cada terrón son 4 g. Divide los gramos de azúcar por 4. ¿A que no parece poca la cantidad resultante?

¿Y si pone que no lleva azúcar añadido?

Cuando cocinas una tortilla de patata no le pones azúcar. Pues si la compras, verás que es uno de sus ingredient­es.

Si el paquete indica que no tiene azúcar añadido, no te engañes, no significa que no lleve azúcar, ya que este también puede provenir de otros ingredient­es.

Por eso es importante mirar la composició­n composició­n nutriciona­l pero también la lista de ingredient­es. En la etiqueta, etiqueta, en el listado de ingredient­es, el azúcar puede aparecer con otro de sus muchos nombres, como sacarosa, fructosa, dextrosa, glucosa, glucosa, melaza, jarabe de arce, de maíz... Y para que no te quepa ninguna duda duda de cuánto azúcar lleva lo que comes, comes, siempre es más fácil de saber si lo cocinas tú que si lo compras.

Los edulcorant­es, ¿son sanos o un problema?

Los edulcorant­es están presentes en la mayoría de los procesados que se anuncian como 0% azúcar. Pese a ser seguros, “es mejor no abusar de ellos. Pueden crear una necesidad necesidad de dulce que es muy complicada complicada de satisfacer”, explica María Astudillo, Astudillo, directora de ALEA Consulta Dietética. “Si durante todo el día

El azúcar es tan habitual que nos parece raro que alguien coma garbanzos a diario, pero no que cada día meriende galletas.

consumimos bebidas edulcorada­s y productos bajos en calorías o desnatados desnatados pero que tienen muchos edulcorant­es, no estamos tratando tratando la adicción al sabor dulce, sino sino que estamos ' parcheando' el problema con una solución fácil”, advierte Ángela Quintas. Además, el abuso de edulcorant­es se asocia con alteracion­es en la microbiota intestinal. “Estas alteracion­es pueden pueden relacionar­se con patologías muy diferentes ”, añade Quintas.

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