Clara

¿IMPOSIBLE ADELGAZAR?

Estás haciendo un esfuerzo y comes menos, te quitas caprichos pero… la báscula no se da por enterada. En este caso, sospecha que tus hormonas te están impidiendo adelgazar.

- Por R. González

Son tus hormonas y tiene solución

LosLos desequilib­rios hor-monales hor-monales explican mu-chas mu-chas veces los proble-mas proble-mas de peso. ¿Por qué? Porque puede ser que ralenticen tanto tu metabolism­o que no solo no consigas perder pe-so pe-so sino que incluso lo ganes. O pue-de pue-de que solo hagan subir la báscula en momentos puntuales, como por ejemplo en los días anteriores a la menstruaci­ón. Y también puede ser que boicoteen tu alimentaci­ón haciendo que picotees más de lo que eres consciente porque estos desequilib­rios te provocan una constante sensación de hambre.

Cómo influyen las hormonas en nuestro peso

El sistema hormonal es muy complejo complejo y tenemos decenas de hormonas hormonas que son fundamenta­les para el control del peso. Cuando aumenta aumenta o disminuye una hormona, se alteran las demás. Y su influencia es tal que los cambios mínimos son importante­s, porque bastan dosis pequeñísim­as en la sangre de estas hormonas para producir una acción acción potente durante un período de tiempo largo. Te presentamo­s a las principale­s “hormonas del peso”.

Hormonas tiroideas, las que controlan el metabolism­o

Que tu cuerpo queme al ritmo adecuado es responsabi­lidad de una glándula, la tiroides, y en concreto concreto de dos hormonas que esta secreta, la tiroxina y la triyodotir­onina. triyodotir­onina. Si su presencia disminuye en la sangre porque la tiroides no secreta suficiente­s hormonas, el metabolism­o se ralentiza, quema quema menos calorías y, como consecuenc­ia, consecuenc­ia, se acumula más grasa.

Estrógenos, las hormonas femeninas

Si nuestro apetito y apetencias fluctúan fluctúan durante el ciclo menstrual es por la acción de las hormonas. En la fase premenstru­al tenemos más deseo de comer alimentos ricos en hidratos de carbono, debido al incremento de la hormona progestero­na. progestero­na. Y durante la ovulación, en cambio, tenemos menos hambre porque es cuando se liberan grandes grandes cantidades de un estrógeno llamado estradiol.

Insulina y su compañero, el glucagón

La insulina y el glucagón son las hormonas que regulan el nivel de glucosa en la sangre. La insulina lo disminuye y el glucagón lo aumenta. aumenta. Cuando el nivel de glucosa en sangre sube, la insulina se libera para hacer que baje dirigiéndo­la a las células que la quemarán para obtener energía o que la almacenará­n almacenará­n en forma de grasa. En cambio, cuando la glucosa baja, el glucagón hace que esta glucosa almacenada se libere. Para mantener el hambre hambre a raya y, con ella, el sobrepeso, sobrepeso, la insulina y el glucagón deben deben estar en perfecto equilibrio.

Leptina, grelina, las “hormonas del hambre”

La leptina es la hormona que informa informa al cerebro de que ya tiene bastante comida y debe inhibir el apetito y aumentar el gasto energético. En cambio, los niveles de grelina se elevan abruptamen­te cuando el estómago está vacío, para para decirle al cerebro que es hora de generar sensación de hambre y segregar segregar jugos gástricos.

Las hormonas del estrés

Las glándulas adrenales, situadas en los riñones, secretan una serie de hormonas, como la adrenalina y el cortisol, que son las llamadas “hormonas del estrés”. Un estrés crónico puede alterarlas y hacer que estas interfiera­n en los mecanismos mecanismos de la saciedad y que, además de tener siempre hambre, se nos despierte una apetencia específica específica por los hidratos de carbono. carbono. Y no hablamos de arroz integral, sino de bollos, berlinas…

¿No hay una pastilla para controlar el sistema hormonal?

No, de momento la ciencia no tiene ne todas las respuestas. Se han descubiert­o descubiert­o el papel de las hormonas de las que hemos hablado, pero estas hormonas son solo una parte arte de un sistema mucho más complejo, en el que interviene­n también péppéptido­s, péppéptido­s, neuropépti­dos, proteínas y otros muchos elementos todavía todavía por descubrir e interpreta­r. De momento, por decirlo llanamente, el sistema hormonal que nos hace engordar o adelgazar es un galimatías galimatías que los expertos todavía no han podido desentraña­r. Vamos, que se conocen algu algunos instrument­os pero pero no toda la orquesta.

El sistema hormonal es muy complejo y los científico­s solo han descubiert­o una parte de su funcionami­ento.

Si no hay una “pastilla”, ¿cómo va a funcionar la dieta? eta?

Los investigad­ores han visto to mejores mejores resultados al aplicar algunas lgunas pautas dietéticas que al usar ar medicament­os medicament­os como antidepres­ivos resivos para controlar las “hormonas nas del hambre”. En CLARA hemos reunido reunido toda la evidencia científica que hay sobre alimentaci­ón y hormonas para elaborar una dieta que sea efectiva para “domarlas” y que haga que jueguen a nuestro favor cuando de perder peso se trata.

La dieta de CLARA para “calmar” las hormonas

Nuestra dieta no es excesivame­nte excesivame­nte restrictiv­a, tiene 1.500 kcal, porque las dietas muy hipocalóri­cas hipocalóri­cas provocan la bajada brusca de las concentrac­iones de leptina, y hacen muy difícil controlar el hambre, hambre, que es el motivo principal por el que se abandona una dieta. Además, es una dieta que respeta las proporcion­es ideales de proteínas, proteínas, grasas e hidratos de carbono, carbono, ya que se sabe que cuando el estómago está lleno, los niveles de grelina bajan, pero el grado del descenso descenso varía en función de lo que se haya comido: los hidratos de carbono carbono y las proteínas consiguen una supresión más eficaz que las grasas.

La importanci­a de la fibra para no tener hambre

También es una dieta que aporta mucha fibra, porque tiene como base base la fruta, la verdura, las legumbres y los cereales integrales. Otra de las ventajas de la fibra es que ayuda a combatir el estreñimie­nto, lo que también influye en el peso. Además, también dividimos los menús en tres comidas principale­s y uno o dos tentempiés, porque se ha comprobado que es la mejor manera manera de mantener estables los niveles niveles de glucosa en sangre y evitar así los picos de insulina y con ellos los ataques de hambre y los antojos.

La dieta es más efectiva ppara controlara­r la as hormonas que la medicación.

Minerales, esenciales para las hormonas

En esta dieta ponemos el acento en los minerales que más ayudan a que el sistema hormonal trabaje bien. Uno es el yodo, clave para el buen funcionami­ento de la tiroides. Por eso incluimos pescado y marisco, marisco, para satisfacer los 150 microgramo­s microgramo­s de yodo diarios ( 200 mcg en embarazo y lactancia) necesarios para que la tiroides no vaya lenta. Recomendam­os el uso habitual de sal yodada. Por su parte, el zinc, un mineral presente en huevos, cereales cereales integrales, legumbres, pescado y carne, regula la acción de la leptina, la encargada de la saciedad.

Puedes comer pan y pasta sin problemas

Aunque recomendam­os que sean en sus versiones integrales. Los cereales, como las legumbres o la levadura de cerveza, aportan vitaminas vitaminas del grupo B, que benefician la acción de las glándulas adrenales, adrenales, las de las “hormonas del estrés”.

Los otros aliados vegetales

Para ayudar a regular las hormonas femeninas, recurrimos a alimentos que contengan estrógenos vegetales, vegetales, como la soja y los garbanzos, las semillas de lino, sésamo y calabaza, calabaza, los frutos secos y también los cereales integrales.

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