De vacunas y portazos…
QuéQué debates más acalorados estamos viviendo con el tema de las vacunas, ¿no? Vacuna, sí. Vacuna, no. Vacunan muy despacio, vacunan innecesariamente... Todo el mundo parece tener una opinión muy fuerte y ¿formada? sobre este tema. Tanto es así que en algunas casas aún resuenan los portazos de aquellos que han abandonado el lugar de forma precipitada y furiosa. Por un lado están los que piensan/pensamos que las vacunas salvan vidas. Y por otro quienes piensan que ha habido precipitación, que la vacuna no es segura y que es mejor esperar o directamente no ponérsela.
El argumento principal de quienes no quieren la vacuna es que se ha creado con precipitación y que acarreará secuelas ahora mismo desconocidas. No creo que haya habido precipitación, lo que ha habido es urgencia por salvar vidas. Porque si no, ¿qué ha pasado? Acaso esa comunidad médica a la que aplaudimos con fervor desde los balcones ¿se ha vuelto torpe y precipitada de golpe?, ¿nos manipula y nos miente? Esos mismos enfermeros y médicos, a los que llamamos héroes –y que están siendo los primeros en ponerse la vacuna–, ¿ahora qué son?, ¿villanos?, ¿inconscientes? Algo no cuadra aquí. La comunidad médica y científica, a la que tanto admiramos ayer, de golpe hoy forma parte de un complot mundial para ganar dinero/ controlarnos/ponernos un chip/matarnos... A mí lo que me da miedo es que esa misma comunidad médica se canse y sea quien pegue el portazo.