Las pruebas básicas
3. ¿Revisas tu pecho regularmente?
Como Aitana, 1 de cada 8 mujeres sufrirá un cáncer de mama. Cuanto antes se detecte, mejor, así que una vez al mes –mejor tras la regla–, explórate las mamas. Fíjate en esto:
• Blando y se mueve. Suele ser un bulto de grasa. Se diferencia de un tumor maligno porque este es duro y queda anclado en la piel.
Estas son las pruebas diagnósticas habituales en la consulta médica:
• Electrocardiograma. Riesgo de infarto.
• Espirometría. Riesgo pulmonar.
• Ecodoppler de carótidas.
Ictus.
• Tensión. Hipertensión, cardiovascular.
• Mamografía. Cáncer de pecho.
• Densitometría. Osteoporosis.
• Análisis de orina. Infecciones, diabetes, problemas renales.
• Análisis de sangre. Colesterol, diabetes, problemas de hígado, riñón, trastornos hormonales.
• Saquito cerrado. Lo notas bajo la piel y su crecimiento suele ser lento, aunque no siempre, a veces es más rápido. Suele deberse a un quiste, pero puede confundirse con un tumor, así que mejor consultar.
• Duro y redondeado. También es mejor consultar, porque aunque suele tratarse de un fibroadenoma y es frecuente en mujeres con mamas muy fibrosas, puede confundirse con un tumor maligno.
• Varios e irregulares. Si tus mamas son fibrosas, lo que puedes notar son sus glándulas y conductos.
• ¿Lleva inflamado mucho tiempo? Es normal que el pecho esté algo inflamado antes de la regla, pero si esta sensación dura todo el mes, consulta. Puede ser un primer síntoma de un tipo de cáncer poco común pero muy agresivo. Puede acompañarse de enrojecimiento, picor, quemazón o dolor al palpar.