HE PASADO UN COVID “SUAVE” PERO ME SIENTO DEBILITADA Y DECAÍDA,
Creer en ti
Qué comer.
QuéQué contestas cuando te elogian? A “qué guapa estás hoy” o “qué buen trabajo has hecho”..., solemos decir: “Ay, es que me he maquillado” o “He tenido suerte”... No somos capaces de decir “gracias”. Esta falta de autoestima, de seguridad, se da todavía más en el entorno laboral. Hace años escuché a la periodista Julia Otero explicar que en las entrevistas laborales que ha hecho nunca un hombre le había dicho que no se sentía lo suficientemente cualificado para el puesto y, en cambio, las mujeres lo decíamos constantemente.
Síndrome de la impostora
Esta sensación de no ser lo suficientemente buena, de que alguien se va a dar cuenta de que no sirves para lo que estás haciendo, tiene incluso nombre: el síndrome de la impostora. Mujeres de las que nadie dudaría de su éxito como Jennifer Lopez o ¡Michelle Obama! han declarado sentirse así.
¿Por qué nos pasa?
Por una falta de confianza que arrastramos desde el origen de los tiempos debido al papel que hemos
tenido asignado (ser madres, esposas..) y a las cualidades de fragilidad que se nos han atribuido. Afortunadamente, las cosas están cambiando, pero queda mucho camino por hacer. Y el cambio más poderoso está en nuestra mano: aprender a tener más confianza y seguridad en nosotras mismas. Hacernos valer y, lo más importante, valorarnos. Y eso, como todo, se consigue con la práctica.
1. Pierde el miedo a decir no
Elisabeth Cadoche y Anne de Montarlot, autoras del libro El síndrome de la impostora (Ed. Península), explican que tememos decir no porque pensamos que nos dejarán de querer o validar como profesionales. Nada más lejos de la realidad. Cuando ponemos límites nos sentimos bien y los demás aprenden a respetarnos.
2. No busques la aprobación de los demás
No dependas de ella. Y no te disculpes por todo. La experta en comunicación Teresa Baró, que acaba de publicar Imparables (Ed. Paidós), cuenta que la autodisminución es un mecanismo para dar a entender a los demás que no somos una amenaza.Recuerda que tienes todo el derecho de decir lo que piensas, tanto en lo personal como en lo laboral.
3. Pide lo que quieras
Las mujeres solemos no expresar nuestras expectativas y esperamos recompensas en silencio. Gran error. Nadie sabe lo que quieres. Dilo y si te dicen que no, no pasa nada, ya volverás a pedirlo. Hazlo desde la serenidad, si dices lo que piensas cuando ya no puedes más es probable que explotes y tu mensaje no llegue.
4. Rodéate de personas valiosas
Concretamente de mujeres parecidas a ti. Hablar, compartir experiencias, ayudar también..., no hay nada que infunda más confianza en una misma. Maternidad, menopausia, profesionales de tu sector, aficiones similares..., busca un grupo en el que encajes y amplía tu círculo.
5. Quiérete mucho
Y cuídate. Haz cosas que te gusten y te sienten bien. Tienes derecho a tener tiempo para ti misma, tu vida no es satisfacer las necesidades de los demás. Come bien, haz deporte, relaja la mente, habla con amigas, cultiva tus hobbies... Todo esto refuerza tu autoestima y mejora la confianza en ti misma.
6. Aprende a equivocarte
No pasa nada por equivocarse, es un aprendizaje de la vida y significa que te has atrevido a hacer o decir algo. Teresa Baró explica que cuando no decimos algo por no equivocarnos y querer ser perfectas acabamos estancadas en lo que sabemos hacer, sin avanzar.
7. Acepta elogios sin complejos
¿Has pensado que cuando alguien alaba tu trabajo o tu persona es porque seguramente lo mereces? Aquí tienes unos deberes muy fáciles: la próxima vez que alguien te diga un cumplido di simplemente “gracias”. Y en tu diálogo interior, también. Háblate bien, escribe cada día cosas que has hecho bien. Y si te has equivocado, no pasa nada, trátate con compasión, como le hablarías a una amiga, hermana o compañera de trabajo.
8. Conócete bien
No te evites, piensa sobre ti. ¿Cuáles son tus fortalezas como persona? ¿Y debilidades? Este análisis de debilidades no es para fustigarte, sino para que reflexiones sobre si hay algo en lo que puedes trabajar. Tener claro cómo somos es uno de los pilares de la autoconfianza. Ah, y recuerda esta frase: “Eres como eres y no tienes que disculparte por ello”.