PROPIA PIEL Rehidratarse no puede ser más fácil
Ya sea en la oficina o teletrabajando en casa, hay siempre un momento hacia mitad de la jornada que empiezo a notar mi rostro seco y tirante. Mi piel está “sedienta” y todos mis poros piden agua a gritos. Menos mal que siempre tengo una bruma hidratante a mano. Yo las compro con agua termal porque mi piel se está volviendo más sensible con el paso del tiempo y porque le falta algo de oxígeno desde que tenemos que usar la mascarilla. Recomiendo las de tamaño mini (50 ml) porque son ideales para llevarlas siempre contigo.