¿POR QUÉ EL TIEMPO VUELA CUANDO NOS HACEMOS MAYORES?
Cuestión de rutinas. Como nos explica Miriam Sanjuán, psicóloga sanitaria en Grupo Laberinto, a medida que crecemos la experiencia vital se convierte en una rutina automática de la que apenas somos conscientes; creamos “automatismos y hábitos” como una forma de ahorrar energía, pero esa rutina hace que no veamos muchas de las cosas que suceden a nuestro lado. Sin embargo, los niños viven en el presente y todo les llama la atención, están más pendientes de lo que les rodea. Es como cuando vamos por primera vez a un lugar desconocido; debemos prestar mucha atención a todos los detalles para no perdernos. En cambio, cuando aprendemos el camino, lo hacemos “sin pensar” y tan absortos que no recordamos absolutamente nada del trayecto, con lo que se nos hace más corto.
¿Qué hacer? La psicóloga recomienda prácticas como el mindfulness, que nos hagan salir del piloto automático y prestar más atención a lo que nos rodea para así disfrutar más de lo que hacemos.