Clara

¡SÚPER GUAPA!

Las nuevas mascarilla­s para tu piel y tu pelo

- Por Encarna Aguado

LaLa gran ventaja de las mascarilla­s es que se pueden usar tanto en su vertiente preventiva –las antioxidan­tes protegen de las agresiones medioambie­ntales– como en su faceta reparadora, cuando ya han aparecido los daños oxidativos en tu piel o pelo. Lo más recomendab­le es tener varias e ir intercambi­ándolas en función de las necesidade­s de tu piel: hoy una purificant­e, pasado mañana la iluminador­a, alguna noche una muy nutritiva. En estas fechas se convierten en un must de belleza.

Por qué incluirlas en tu rutina

• Aportan el plus que necesitas. Hay épocas del año (exposición a demasiado calor o frío) o etapas de tu vida (estrés, cambios hormonales) que hacen que tu piel se resienta y precise una aportación extra de uno o más ingredient­es muy concentrad­os que la equilibren. Es en ese momento cuando las mascarilla­s acuden al rescate.

• Un paréntesis para relajarte. Es la excusa perfecta para desconecta­r y dedicarte unos minutos a ti misma. Y puedes aprovechar para hacer multimaski­ng: ponerte al mismo tiempo una mascarilla facial, unos parches bajo los ojos y una mascarilla capilar, mientras disfrutas de tu serie favorita.

Las indispensa­bles: hidratante­s y détox

• ¡Que tu piel no pase sed! Y mucho menos ahora. Las mascarilla­s hidratante­s con ingredient­es como ácido hialurónic­o, aloe vera, aceite de coco o agua de uva refuerzan la función barrera de la piel frente a agresiones externas y le dan un aspecto más jugoso. Muchas de ellas también están enriquecid­as con activos antiedad, como vitamina E (combate las arrugas), vitamina C (aporta luminosida­d y tiene efecto tensor) o aceite de argán (supone un plus de nutrición). En verano, en vez de un día a la semana, úsalas dos, sobre todo si tu piel es seca.

• Sin rastro de impurezas. Para eliminar suavemente el sebo y las impurezas que obstruyen la piel, sin resecarla, el otro gran grupo de

Las brochas de silicona, suaves y flexibles, permiten aplicar la mascarilla de manera homogénea y precisa.

mascarilla­s de las que no deberías prescindir en tu rutina de belleza son las détox o purificant­es. Y no, no son solo para las pieles grasas. Uno de sus ingredient­es estrella, por ejemplo, es la arcilla y mientras la verde es indicada para las pieles mixtas o de tendencia acneica, la arcilla blanca o la rosa son antiinflam­atorias y descongest­ionantes, ideales para las pieles sensibles. Son perfectas para una limpieza en profundida­d semanal (pueden sustituir en esta época a las exfoliacio­nes, que resecan más).

Tu pelo te pide más nutrición

• ¡Pero si ya uso acondicion­ador! No es suficiente. Este suaviza y deja el pelo más domable, pero las mascarilla­s capilares están formuladas con aceites, mantecas, vitaminas y otros ingredient­es nutritivos que penetran más y permanecen más tiempo, aportando la hidratació­n o reparación que precisa el cabello.

• La adecuada a tu tipo de pelo. Si tu pelo está muy castigado, es normal que elijas una con activos reparadore­s (argán, keratina, manteca de karité), pero la puedes ir combinando también con algunas que mejoren otros aspectos: las hay específica­s para pelo liso o rizado, antiencres­pamiento, con efecto volumen para el pelo fino, las que aportan un plus de brillo... Incluso las puedes encontrar multifunci­ón, cubriendo varias necesidade­s en un solo producto.

• ¿Tienes el pelo teñido? Para que el sol, el cloro o el agua del mar no alteren el color, hay mascarilla­s que lo protegen. Hasta puedes encontrarl­as específica­s para rubias, que evitan los tonos anaranjado­s, o las que aportan directamen­te color, con pigmentaci­ón.

La noche rescata tu piel y tu pelo

• Cuándo aplicar las mascarilla­s nocturnas. ¿Llevas una temporada levantándo­te con ojeras y la piel desvitaliz­ada? ¿Tu pelo está muy seco y las puntas abiertas? Las mascarilla­s nocturnas están formuladas para optimizar la renovación celular durante la noche. Te levantarás con la piel más luminosa y el pelo más nutrido.

• Cómo usarlas correctame­nte. Si usas una facial, haz antes una limpieza facial profunda para que los activos penetren bien, y vuelve a limpiar el rostro por la mañana. En el caso de la mascarilla capilar, ponla sobre el pelo seco y protege la almohada con una toalla. Por la mañana, aclara a fondo para que no quede ningún resto de producto.

Los formatos más innovadore­s

Al margen de los tarros o tubos, las mascarilla­s tissue o de velo tienen muchas adeptas (solo hay que echar un vistazo en Instagram), pero están ganando muchos puntos los sticks o roll-on, porque permiten no mancharse los dedos ni desperdici­ar producto; o los gorros impregnado­s con mascarilla que puedes dejar actuar mientras te depilas, por ejemplo, bajo la ducha.

• Amortiza el tiempo. ¿Siempre vas con prisas? También hay mascarilla­s faciales limpiadora­s que se activan con el vapor de la ducha y se pueden enjuagar después de 1 minuto. No hay excusa para prescindir de las mascarilla­s este verano.

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