PARA REÍRSE MÁS Y MEJOR
El sentido del humor es un «músculo» que necesita ejercicio. Todos nacemos con él pero se ha de desarrollar.
Tómate tu tiempo
El humor requiere una inteligencia despierta, saber observarlo cuando ocurre. Y para eso hace falta tiempo. La prisa no nos dejan apreciar el lado cómico de la vida.
Sé espontáneo
La mayoría de las personas piensan que no son graciosas, pero solo necesitan oportunidades para potenciar su lado creativo y espontáneo. Hay que recuperar la capacidad de juego y rescatar al niño que llevamos dentro.
Practica con chistes
La primera vez que se explica un chiste o anécdota no se suele ser muy gracioso. Con la práctica, la expresión mejora mucho. Los gestos ayudan a reír.
Ríete de ti mismo
Para empezar, basta con mirarse al espejo por la mañana, hacerse unas muecas y sonreír sin miedo al ridículo.
Ponte a dieta de humor
Colecciona anécdotas, viñetas cómicas o chistes. Recuerda momentos que te hayan hecho reír y anota todo lo que te resulte divertido. Escoge películas de risa. No se trata de abstraerse de los problemas del mundo sino de dejar espacio al humor.
Acércate a los niños
¡Son los mejores maestros!