TENSIÓN ARTERIAL BAJO CONTROL
Gracias a su fibra y potasio, las grosellas resultan depurativas y ligeramente laxantes. De esta manera ayudan a controlar la presión arterial y favorecen la digestión.
Además poseen antocianinas, pigmentos que combaten los radicales libres y protegen del envejecimiento. También previenen infecciones, especialmente en el sistema urinario. Sorprenden por su sabor ácido, ideal para crear contrastes en repostería o incluir en un smoothie y enriquecerlo con sus antioxidantes.