8 RAZONES PARA HACER yoga
Hay muchas más, quizá tantas como practicantes, pero la ciencia tiene mucho que decir sobre estos beneficios concretos.
Reduce el estrés. Al hacer yoga regularmente disminuye la secreción de cortisol y la sensación de ansiedad. El efecto se refuerza con las prácticas meditativas.
Sin depresión. Los efectos sobre el sistema hormonal también pueden explicar que yoguis y yoguinis tengan menos tendencia a experimentar síntomas de depresión.
Menos inflamación. El efecto positivo del yoga se puede medir en marcadores sanguíneos como la proteína c-reactiva. Así previene todo tipo de enfermedades.
Analgésico. La práctica del yoga sienta bien a músculos, ligamentos y articulaciones. Mejora, incluso, los síntomas de artrosis de rodilla o el síndrome de túnel carpiano.
Flexibilidad. Es el beneficio más obvio. La flexibilidad corporal se traduce en un riesgo menor de sufrir lesiones musculoesqueléticas. También mejora el equilibrio.
Corazón. Un estudio de la Universidad de Nagpur muestra que las personas que llevan 5 años practicando yoga tienen la tensión arterial más baja que la media.
Sueño de calidad. Las personas que hacen yoga se duermen más rápido, sueñan más horas y se despiertan más descansados, según un estudio del Dr. Manjunath Sharma.
Más fuerza. Las posturas tonifican toda la musculatura. Realizar cada día varias veces el saludo al sol (una serie de asanas) es un ejercicio indicado para los músculos.