LA VAJILLA DE BAMBÚ NO ES PERFECTA
Cada vez es más frecuente encontrar platos, tazas y cubiertos de bambú. Su aspecto es ligeramente diferente al plástico, las superficies son mates y parecen más orgánicos. La fibra de bambú es natural y sostenible, pero para fabricar estas piezas suele mezclarse con sustancias sintéticas.
La melanina y el formaldehído se mezclan con la fibra de bambú y almidón para crear una masa moldeable. El problema es que tanto la melamina como el formaldehído son potencialmente tóxicos y se pueden transferir a las bebidas y alimentos.