Cuerpo Mente

ELPLAN PARATENER MÁS ENERGÍA

Los alimentos adictivos son un obstáculo para realizar modificaci­ones positivas en tu alimentaci­ón. Puedes evitarlos.

- DR. NEAL BARNARD

Para disponer de energía y controlar o revertir los desequilib­rios de la glucosa y la insulina es necesario modificar la dieta. Y los cambios en la alimentaci­ón suponen mucho más que mantener a raya el azúcar. La tentación de los alimentos nocivos está por todas partes. Pero ¿por qué nos atraen tanto? ¿Por qué es tan tentador el chocolate? ¿Por qué cuesta resistirse al queso? ¿De dónde vienen los antojos?

ANTOJOS SABOTEADOR­ES Efectos en el cerebro. Puede que te gusten las manzanas, los plátanos o los espárragos, pero no te refugias en ellos en momentos de estrés. Nunca has salido disparado a comprar una colif lor porque se te antojaba. Has recurrido al azúcar, al chocolate o al queso porque tienen efectos químicos en el cerebro. Centro de recompensa. En tu cerebro existe una red de células responsabl­e del placer de la comida. Su objetivo es mantenerno­s vivos y conservar la especie: si comer no te diera placer, ¡puede que te olvidaras de hacerlo por completo! Cuando comes, tu centro de recompensa te suministra un poco de dopamina, que provoca ligeros cambios neurológic­os y te animan a repetir lo que acabas de hacer. «Ha sido divertido», parece decir tu cerebro, «asegúrate de que lo vuelves a hacer».

Respuesta exagerada. Los alimentos nocivos provocan una importante liberación de dopamina, así que no solo te gustan, sino que quieres seguir consumiénd­olos. Tu centro del placer reorganiza tus prioridade­s para favorecer aquello con lo que lo has estimulado.

No es falta de voluntad. Lo primero que debes entender respecto a los antojos es que la causa no es la glotonería, sino que vienen desencaden­ados por las propiedade­s biológicas de los alimentos. Hay cuatro tipos de alimentos que desencaden­an efectos biológicos parecidos a las drogas adictivas.

TE CONVIENE EVITARLOS Azúcar opiáceo. Se ha comprobado que el sabor dulce en contacto con la lengua desencaden­a la liberación de opiáceos en el cerebro que, a su vez, provocan la liberación de dopamina, la llave del centro de placer. Además, el azúcar alivia el dolor y el malestar. Por lo que no es de extrañar que cuando estamos estresados recurramos a alimentos azucarados. Puedes sustituir el azúcar blanco por sirope de arce, azúcar moreno o estevia. Pero la mejor opción son, sin duda, las frutas frescas.

Chocolate. Contiene cafeína, teobromina y feniletila­mina, sustancias estimulant­es. Lamentable­mente, también suele incluir una gran carga de azúcar y grasa. Si tienes antojo, sustitúyel­o por cacao en polvo, sin azúcares ni edulcorant­es añadidos.

Debido a su composició­n química, algunos alimentos producen efectos adictivos en tu cerebro.

Queso. La proteína láctea o caseína, libera aminoácido­s con una suave acción narcótica. Cuando te asalten las ganas de comerlo, prueba a tomar copos de levadura nutriciona­l, que tienen un sabor parecido. También puedes sustituir el requesón de tus recetas por tofu fresco, chafado y mezclado con un poco de zumo de limón.

Carne. Al parecer, parte del deseo de comerla radica en los efectos opiáceos que produce en el interior del cerebro. Puedes reemplazar­la por salchichas, hamburgues­as y embutidos vegetales. El seitán, el tofu, el tempeh y la proteína de soja texturizad­a son buenos sustitutos para las recetas de carne. Y, por extraño que pueda parecer, sobre todo a muchos hombres, el deseo de comer carne desaparece rápidament­e cuando esta es eliminada de la dieta.

LIBÉRATE DE TU ADICCIÓN Evita el autoengaño. Si tu cuerpo se resiente por tus hábitos alimentari­os, ha llegado el momento de revisar tu dieta. La mejor forma de afrontar los alimentos nocivos es apartarlos por completo, al menos de momento. No los tengas en casa y busca opciones más saludables. Fija tus hábitos. Los siguientes pasos te ayudarán a prescindir de los alimentos inconvenie­ntes y a seguir una dieta sana:

• Desayuna bien y no te saltes las comidas.

• Haz ejercicio regularmen­te para dormir bien. Con un buen descanso se tienen menos antojos.

• Evita las situacione­s en que te vienen las ganas de picar. Salteado con agua. También te conviene revisar el modo en que cocinas. Freír al vapor es una excelente for ma de evitar las grasas. Pon una sartén antiadhere­nte pesada o un wok a fuego medio. Añade verduras troceadas y una o dos cucharadas de líquido (agua, caldo vegetal bajo en sodio...) para que no se peguen. No llenes mucho la sartén o los ingredient­es se estofarán. Sube el fuego y deja cocer hasta que el líquido empiece a evaporarse y las verduras estén al punto que más te guste.

Puedes tomar algo dulce o chocolate de forma puntual, pero esta costumbre no debe convertirs­e en un hábito.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ?? ACABA CON LA DIABETES Dr. Neal Barnard Ed. Urano
• 311 pág.
• 18 €
ACABA CON LA DIABETES Dr. Neal Barnard Ed. Urano • 311 pág. • 18 €

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain