RESPIRA LIMPIO
ElEl aire es vital, como el agua o la comida. Cuidamos qué comemos –no admitimos alimentos en mal estado–, qué bebemos –no aceptamos agua contaminada–, sin embargo respiramos aire tóxico. Y vamos un paso más allá, optamos por comida limpia –libre de pesticidas y otros tóxicos–, buscamos opciones para filtar el agua que llega al grifo y, en cambio, no exigimos poder respirar un aire limpio.
Suspendemos en calidad del aire: desde hace casi 10 años se incumplen los límites permitidos en contaminación ambiental en ciudades como Madrid y Barcelona con sus repercusiones para la salud de los ciudadanos. Queda claro que durante este tiempo no se han aplicado las medidas necesarias para que el aire de las ciudades sea más saludable y, por ello, España tendrá que rendir cuentas próximamente al Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
Aun así, cuando se aplican iniciativas para minimizar la contaminación, como las zonas de baja emisión que restringe el tráfico de los vehículos más contaminantes, todavía son recibidas como medidas molestas –así lo han vivido algunos en el caso de Madrid Central–.
La solución pasa por un cambio estructural. Diseñar la ciudad para las personas, no para los coches. Planificar y construir el tejido urbano desde una perspectiva de ecología humana poniendo el bienestar y la salud de las personas en el centro. Informar a los ciudadanos del impacto que ello tiene en la salud de los niños, de los mayores, de todos, para que se entiendan y se acepten las medidas de mejora. Aportar conciencia a través de políticas de salud pública.
En este número hemos entrevistado a científicos y consultado a expertos que aportan opciones para el cambio, para vivir en ciudades más sanas y te contamos tres claves: el verde, el azul y el amarillo. El verde de parques, jardines o tejados; el azul de playas, lagos o ríos, y el amarillo del sol como fuente de energía limpia.
Más árboles, menos coches. Más espacios azules, menos contaminación. Más energía limpia, menos fósil. Esta es la ciudad que queremos. Para comer, beber y respirar limpio.