NUTRIENTES QUE TE DAN ENERGÍA
Todos los nutrientes son importantes, pero sabemos que algunos desempeñan una función esencial en la producción de energía.
Una buena alimentación debe aportar las vitaminas y coenzimas esenciales para garantizar que las mitocondrias generan la energía necesaria para el funcionamiento del organismo y que lo hacen sin sufrir un grave deterioro. Además de resultar importantes para los mitocondrias, estos nutr ientes participan en otros muchos procesos f isiológicos esenciales para disfrutar de salud y bienestar. Menos enfermedades. Si la dieta te proporciona los nutrientes que necesitan, las mitocondrias se multiplicarán con facilidad y, sobre todo, se mantendrán sanas, de manera que producirán energía con eficiencia. Además se reduce el riesgo de sufrir enfermedades relacionadas con el mal estado mitocondrial y se ralentiza el envejecimiento. Acido ascórbico (vitamina C). Este nutriente esencial, crucial para defenderse de bacterias y virus y para mantener mucosas y otros tejidos en buen estado, es uno de los principales escudos frente a los radicales libres generados por el metabolismo mitocondrial. Además protege el endotelio vascular cerebral –previene infartos cerebrales– y es necesaria para producir neurotransmisores.
Dónde se encuentra: naranja, kiwi, pimiento rojo, kumquat, perejil, grosella, kale, papaya y fresa. Tomando de 2 a 4 raciones diarias de fruta se garantiza el aporte mínimo. Vitamina V B1 (tiamina). Ha atraíd do la atención de los investigador res porque es un cofactor esencial e en la regulación de la actividad de v varias enzimas mitocondriales y, por t anto, mejora su f uncionamiento y su eficiencia en la producción de energía. Por otra parte, se la conoce como la «vitamina del carácter», por sus efectos sobre la salud mental –posee propiedades antidepresivas– y el aprendizaje. Dónde se encuentra: en alubias, lentejas, macadamias y frutos secos en general, espárragos, guisantes verdes, espinacas y soja y sus alimentos derivados.
Vit a mina B2 (r ibof l av i na). También conocida como ribof lavina, es una precursora de cofactores esenciales en la producción de energía. Por otra parte, se está estudiando su utilidad terapéutica en el tratamiento del dolor de cabeza y de la enfermedad de Parkinson, también por su participación en procesos protagonizados por las mitocondrias. Además fortalece los músculos, reduce la fatiga, favorece la tolerancia al ejercicio, el desarrollo psicomotor y el rendimiento intelectual. Dónde se encuentra: en espinacas y ot r a s verduras de hoja verde, almendras, tomates desecados, quinoa, lentejas, champiñones, semillas de sésamo, alubias y aguacates.
Algunas de las propiedades que atribuímos a los nutrientes se deben a su papel en las mitocondrias.