COLIFLOR, UNA DELICIA CRUDA
Te sorprenderá el juego que te dan su sabor y textura, pero además te sentará bien y nutrirá tus pulmones.
En invierno la huerta se llena de esta blanca y contundente flor. Su geometría es bella y perfecta, como no podría ser de otra forma en la naturaleza, y si separamos sus tallos, de repente tenemos pequeños y divertidos árboles nevados, ¡en sintonía con la estación!
MUCHAS VENTAJAS
«Busco y preparo los alimentos que necesita el alma.» espiritualchef.com
Para tus pulmones. Femenina en algunos lares y masculina en otros, la o el coliflor, tiene un gran aporte nutricional. Si nos detenemos y vemos su forma, sobre todo si la cortamos por la mitad, sorprende su similitud con los pulmones. Creo en los mensajes de la naturaleza, pero además está su color blanco, que la medicina china relaciona con los alimentos idóneos para cuidar de este órgano respiratorio. Por supuesto que podemos cocer la coliflor, hornearla, cocinarla al vapor…, pero si la comemos sin cocinar, fresca, nos beneficiaremos mejor de sus propiedades. No te dará gases. Primero y principal, decirte que la coliflor tiene fama de generar muchos gases, pero, en realidad, es así cuando la cocinamos. Si la comemos cruda, es lo opuesto. Nos ayuda a eliminar los gases. Curioso, ¿Verdad? Color intacto. Además de la coliflor blanca, existen variedades amarillas, verdes o lilas, ricas en diferentes antioxidantes. Al consumirla fresca, su color y riqueza antioxidante se conserva cien por cien. Disfrútala tal cual. Tienes muchas formas de utilizar la coliflor cruda en tus recetas, pero si desprendes un arbolito, recuerda primero que te lo puedes llevar directo a la boca. Disfrutarás con su agradable y crujiente textura.