«el zen no busca la iluminación en beneficio propio sino como una forma de ayudar a los demás»
la práctica de toda una vida?» y el maestro le contesta: «El objetivo es tener una respuesta apropiada». El zen nos enseña que tenemos que trascender el sentido de separación que tenemos cada uno de nosotros respecto al mundo, la dualidad. ¿Y cuál sería la respuesta adecuada? Afrontar los desafíos difíciles que aparezcan sin escapar del mundo, pero sin caer en esa dualidad. De algún modo, lo más importante que nos ofrece el budismo es el camino del bodhisatva. El objetivo básico no sería buscar nuestra iluminación en beneficio propio, sino buscar nuestra iluminación como una forma de ayudar a los demás, pues los demás no son algo separado de nosotros.
–Habla de ello en su famoso libro
–El dinero, el sexo y la guerra… son proyectos vitales basados en la falta, en la carencia. Tenemos la ilusión falsa, a causa de nuestro ego, de que estamos separados de los demás, y eso en el fondo nos provoca una gran inseguridad como seres humanos. En cierto modo, nos engañamos y pensamos que, si tenemos dinero o a la persona o pareja adecuada, seremos más felices. En la guerra también se produce una aversión hacia el otro bando… Todo forma parte de la misma ilusión del ego.
–Aparte de practicar zen, ha profundizado en el estudio de la filosofía y las religiones. ¿Qué opinión le merece el momento actual, en el que el mundo que conocíamos se desmorona?
–La situación actual es problemática, y a veces la podemos ver como una lucha entre el bien y el mal, que sería una visión más cristiana. El budismo lo ve como una lucha entre la falsa ilusión o ignorancia y la sabiduría. Desde la perspecde