«La meditación nos ayuda a soltar ese sentido del yo que tenemos y a ver un poco más allá de nuestro ego»
tiva budista, el mal está encarnado por la falsa sensación de separación que tenemos los unos de los otros. Desde un punto de vista ecológico nos sentimos separados de la Tierra y esto está poniendo en peligro el planeta, por ejemplo.
–¿Qué podemos hacer cada uno de nosotros para que este mundo sea mejor?
–Te contaré otra historia zen en la que un estudiante le pregunta a su maestro: «Maestro, ¿qué debemos hacer en los tiempos difíciles?» Y el maestro le contesta: «Abrir los brazos y darles la bienvenida». Los tiempos difíciles nos confrontan con cosas que nos ayudan a crecer espiritualmente. Por otra parte, Kafka decía que podemos vivir ignorando el sufrimiento de los demás, pero este será precisamente el sufrimiento del mundo. Con esto quiero decir que, normalmente, cuando empezamos una práctica zen o budista nos preocupa nuestra propia transformación, pero al final nos damos cuenta de que nuestra transformación tiene que estar vinculada con la transformación social o medioambiental, no está separada, y eso va a hacer, sin duda, que este mundo sea mejor.
–Muchas personas sienten una llamada a volver a la tierra, a cultivar de forma orgánica, a vivir de manera sencilla, a la autogestión con energías renovables…¿La comunidad entre seres conscientes nos hará libres?
–La Tierra nos está pidiendo que seamos bodhisatvas o ecosatvas… personas que se comprometen en el camino espiritual, ofreciéndole un regalo a la Tierra sin esperar nada a cambio. Yo no creo que el problema que tenemos sea ecológico o de sostenibilidad, sino de sanación individual, porque la sensación de separación nos origina un trauma. Ahora, con esta pandemia, se ha podido ver a gente muy sola por esta falta de conexión. Se trataría de sanar individual y globalmente. Sin embargo, hoy en día no basta con que uno trabaje individualmente. Tenemos que construir comunidades en las que podamos ejercer una resistencia y trabajar todos juntos para afrontar los desafíos que se presentan.
–¿Pero cómo podemos ser bodhisatvas o ecosatvas, cómo lo podemos ejercer?
–Realmente, en la tradición budista no hay una respuesta específica a esta pregunta; nos habla mucho del camino del bodhisatva, de cómo desarrollarnos en este camino, pero