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Los arroces son saludables de cualquier manera, pero los integrales aportan más fibra y nutrientes antioxidantes.
Un mundo de arroces
BASMATI INTEGRAL
Se trata de un arroz de granos largos, crujientes, aromáticos y, sobre todo, muy nutritivos. Esto se debe a que conserva la fibra de la cáscara y el germen, muy rico en vitaminas del grupo B y minerales. Al cocinarlo queda muy suelto.
NERONE
Es un cruce entre el arroz negro procedente de China, donde en tiempos antiguos se reservaba para el consumo del emperador, y el arroz del valle del Po en Italia. Requiere de 40 a 50 minutos de cocción y es muy rico en antocianinas: en una cucharada hay tantos pigmentos antioxidantes como en una de arándanos.
Parte de la humanidad se mueve gracias a la energía que le proporciona el arroz. El arroz pulido o blanco es seguramente el más consumido, pero las variedades integrales y «de colores» son más ricas en fibra, vitaminas y compuestos antioxidantes. Los arroces de producción europea son preferibles por motivos ambientales –se ahorran las emisiones de CO2 debidas al transporte– y de salud, pues contienen menos arsénico, un metaloide tóxico más frecuente en los suelos asiáticos.
ROJO
Nos puede parecer una novedad, pero el arroz rojo, muy rico en polifenoles antioxidantes, forma parte de la dieta tradicional en Bután. Su textura es glutinosa y su sabor, anuezado.
SALVAJE
No es realmente un arroz (Oryza sativa), pues procede de una planta denominada Zizania palustris. Aporta más proteínas, menos carbohidratos, siete veces más vitamina B2 y el triple de vitamina B3.
ARBORIO
Cuando la receta requiera arroz blanco puedes recurrir al arborio, muy fino y de gran calidad. Sus granos redondos absorber mucho líquido durante periodos prolongados de tiempo sin apelmazarse.