UN DÍA MEMORABLE
Cada momento es único e irrepetible. Hacerse las preguntas adecuadas nos ayuda a evitar que la magia del presente se nos escape de las manos.
EnEn las casas de té japonesas se suele colgar una tablilla con la inscripción: Ichigo Ichie. Significa literalmente «una vez, una oportunidad», aunque podríamos traducirlo como: lo que va a suceder aquí no se repetirá nunca más. Con ello se invita a los que entran a estar presentes, a apreciar el valor único de cada instante y de cada encuentro.
Si lo aplicamos a nuestro día a día, si nos damos cuenta de que nada se repite nunca del mismo modo, lo cotidiano se vuelve extraordinario. Cada amanecer sorprende con matices diferentes, y al contemplarlo uno ya no es quien era ayer. Comprender eso convierte la jornada en una aventura llena de magia. El presente es la fábrica de nuestros futuros recuerdos, y su calidad dependerá de si sabemos entregarlo todo a hoy.
Para que este día sea memorable, es esencial liberarse del pasado y del futuro. Lo sucedido ya no cuenta. Lo que sucederá nadie lo sabe. El presente es un regalo para quien se atreva a desenvolverlo. Pero, ¿cómo se libera uno de las interferencias que impiden celebrar cada momento?
¿CÓMO QUIERES VIVIR?
Imagina que este es tu último día en la Tierra. Mañana partirás hacia un planeta lejano del que es imposible regresar. ¿Qué cosas harías por última vez? ¿Con quién tendrías una honda conversación? ¿Cuál sería tu último placer? ¿De qué estarías agradecido? ¿Qué echarías de menos por encima de todo? La respuesta a estas preguntas es todo lo que necesitas para un presente memorable. Todos somos como ese cosmonauta a punto de partir. Cada momento que dejamos atrás es un mundo al que jamás volveremos. De nosotros depende extraer todo su jugo o convertir la vida en una sala de espera. ¿Cómo querrás recordar el día de hoy?