KARITÉ: MÁS QUE UN COSMÉTICO
La manteca de karité posee propiedades medicinales para tratar afecciones de la piel.
Cura heridas: las aplicaciones regulares de la mantequilla pura con certificación ecológica aceleran la curación y previenen infecciones al aportar ácidos grasos esenciales a las capas profundas de la piel.
Picaduras: el karité actúa como repelente y también es eficaz para reducir la inflamación y las molestias causadas por las picaduras de mosquitos y otros insectos.
Dermatitis: si se aplica después del lavado habitual contribuye al mantenimiento de la hidratación de las zonas afectadas por la dermatitis seca y la psoriasis. Es mejor tolerada que otros productos.
Piel más tersa: También se puede aplicar sobre la piel sana para mejorar la elasticidad y retrasar la aparición de síntomas de envejecimiento.
Protege del sol: aunque la mantequilla pura no incorpora filtros y no puede sustituir el uso de las cremas solares, al aplicarla sobre la piel podemos aprovecharnos del efecto protector del ácido cinámico. Se estima que su factor de protección equivale a un filtro con factor 6-10.
Labios resecos: la mantequilla de karité resulta excelente para cuidar y proteger los labios tanto del frío y la sequedad como del sol.
Estrías: las mujeres embarazadas o en régimen de adelgazamiento pueden aplicarse la mantequilla para evitar su aparición.
Dolor muscular: se puede utilizar como lubricante para hacer un masaje suave sobre los músculos y articulaciones doloridas. Ayuda a reducir las agujetas y la inflamación de la artritis.