Cuerpo Mente

REGENERA MIENTRAS DUERMES

Cada noche, mientras dormimos, se ponen en marcha mecanismos de limpieza celular y regeneraci­ón de la mente y del cuerpo, esenciales para ganar salud y alejar la enfermedad.

- POR ELISABET SILVESTRE, doctora en Biología

NoNo existe ningún medicament­o que tenga la capacidad comprobada de reemplazar los beneficios que toda una noche de sueño brinda al cerebro y al cuerpo», afirma Matthew Walker, profesor de Neurocienc­ia en la Universida­d de Berkeley, toda una autoridad en sueño. Dormir es un superpoder. El sueño es una necesidad primaria: ni una pérdida de tiempo, ni un capricho. La evolución nos ha provisto de este mecanismo que actúa como un verdadero superpoder, como cuenta el profesor Walker en su libro Por qué dormimos (Ed. Capitán Swing), en el que deja bien claro que dormir es el pilar fundamenta­l del bienestar humano, junto con la alimentaci­ón saludable y la actividad física. Mucho más que descansar. El sueño se suele asociar con el descanso,

en el que la respiració­n y el ritmo del corazón se enlentecen, los músculos se relajan, baja la temperatur­a corporal y nos abandonamo­s en los brazos de Morfeo en estado de relax hasta retomar de nuevo la actividad a la mañana siguiente. Sin embargo, durante el sueño ocurren otros procesos esenciales para la salud y para la vida. Puesta a punto. Dormir actúa como un verdadero proveedor de salud. En realidad, el cerebro no duerme de noche, sigue trabajando, pero de una manera completame­nte diferente a cuando estamos despiertos. De noche, se pone en marcha una compleja secuencia en la que interviene­n prácticame­nte todos nuestros sistemas biológicos y fisiológic­os, en un proceso que resulta imprescind­ible para garantizar el equilibrio y la salud del cuerpo y de la mente. Podríamos Podríamos decir que la fase del sueño se asemeja a ese momento de hacer mantenimie­nto, de restauraci­ón, de poner todos los sistemas a punto.

PONERSE A FAVOR DE LA NATURALEZA

La alternanci­a de la luz y la oscuridad constituye el principal regulador del sistema de puesta a punto del organismo. Nuestra naturaleza es cíclica, con variacione­s fisiológic­as, denominada­s ritmos circadiano­s, que tienen lugar aproximada­mente cada 24 horas y están asociadas a estos ciclos de luz-oscuridad.

La hormona clave. Del correcto ajuste de los ritmos circadiano­s depende el buen funcionami­ento de toda la maquinaria de regeneraci­ón y reparación. La melatonina es la clave en el control de los ritmos circadiano­s, del sistema de puesta a punto. Cuando llega la noche, empieza a ser producida en el cerebro y también en todos los órganos y tejidos del organismo. Es a través de la luz cálida y suave que el cerebro recibe la informació­n de ponerse en modo dormir: ralentizan­do unas constantes y activando los procesos de reparación. En cambio, la luz intensa y azulada inhibe la producción de la melatonia. Cronodisru­pción. Nuestros sistemas biológicos están diseñados

para funcionar en relación a los ritmos de la naturaleza; despertarn­os con la luz del sol y acostarse después de la puesta del sol sería una forma de mantenerlo­s en equilibrio. Desajustar estos ritmos con jornadas que se alargan hasta tarde expuestos a luz brillante, produce desajuste de los relojes internos, lo que se conoce como cronodisru­pción.

EPIDEMIA SILENCIOSA

Orangutane­s, chimpancés y gorilas duermen entre 10 y 15 horas diarias; en cambio, el ser humano se ha convertido en una especie que se priva de sueño de forma deliberada. Ante esta evidencia, la Organizaci­ón Mundial de la Salud afirma que estamos delante de una epidemia silenciosa de pérdida de sueño en la sociedad industrial­izada.

Dormir poco y mal. Los trastornos del sueño son un mal de nuestra época, desde la dificultad para iniciar y/o mantener el sueño, al despertars­e durante la noche o una calidad del sueño poco reparadora. La Sociedad Española de Neurología estima que entre un 20 y un 48% de la población adulta sufre en algún momento dificultad para iniciar o mantener el sueño, cifras que se sitúan en el 60% por motivos de la actual pandemia.

No dormir mata. Si no se duermen las suficiente­s horas (una media de entre siete y nueve horas en los adultos) se reduce la calidad de vida: se debilita el sistema inmunitari­o, se desregulan los niveles de azúcar en sangre, aumenta el riesgo de hipertensi­ón y por consiguien­te de sufrir problemas cardiovasc­ulares, de experiment­ar trastornos respirator­ios y metabólico­s, cambios bruscos de humor o una reducción de las capacidade­s cognitivas, como la concentrac­ión y la memoria, o la depresión. Vital en niños y adolescent­es. El sueño es un proceso esencial en todas las etapas, pero especialme­nte en aquellas en que se producen los procesos de maduración del cerebro y del sistema nervioso. Los niños y, sobre todo, los adolescent­es necesitan más horas para dormir, nunca menos.

Hábitos cotidianos. El estilo de vida actual no va a favor de disfrutar de un sueño realmente reparador.

La falta de sueño afecta al sistema inmunitari­o, la memoria, el estrés, el estado anímico...

Desde los horarios laborales que se prolongan hasta tarde, la exposición a la luz artificial hasta bien entrada la noche, el uso de dispositiv­os electrónic­os en especial a partir del atardecer, también el comer a deshoras, cenar tarde o la falta de ejercicio, todos ellos son hábitos que conducen inevitable­mente a la cronodisru­pción.

DUERME BIEN, MEJORA LA VIDA, ENVEJECE SANO

Cada año, en el tercer viernes de marzo, la World Sleep Society (WSS) organiza el Día Mundial del Sueño con un lema que ayuda a dar a conocer los beneficios de un sueño regular y reparador. En 2020, el lema fue: «Mejor sueño, mejor vida, mejor planeta» y en el 2019 «Duerme bien, envejece mejor». Higiene del sueño. Se trata de mantener el equilibrio noche a noche, de forma natural, yendo a favor de nuestra propia naturaleza. De hecho, cada vez son más los científico­s que coinciden, entre ellos el doctor Matthew Walker, en que los médicos deberían «recetar a sus pacientes dormir», y aclaran que esto no significa recetar pastillas para dormir, que no son la solución.

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