PARA HACER ANTES DE DORMIR
Leer. Un estudio de la Universidad de Sussex concluyó que leer solo seis minutos puede reducir el estrés en un 68 por ciento. El doctor David Lewis, autor del estudio, indica que esto se debe a que la lectura distrae nuestra mente de lo que nos está causando estrés, aliviando las tensiones en los músculos y el corazón. Como dice el autor del estudio, la lectura nos envía a unas minivacaciones mentales. Ducha caliente. El tomar una ducha o un baño caliente ayuda a conciliar el sueño, según publica la revista Sleep Medicine Reviews. El calor del agua relaja y activa el sistema termorregulador del organismo, aumenta la circulación de la sangre hacia manos y pies, y reduce la temperatura interior del cuerpo, lo que promueve el sueño. Este proceso lleva una hora aproximadamente; por ello, si la ducha o el baño se toma entre una hora y hora y media antes de acostarse, ayuda a dormir mejor. Relajarse y meditar. Dispón un rincón personal en el que tengas todo lo que necesitas para relajarte: velas, incienso y aceites esenciales, música suave... Practicar la respiración consciente y la meditación permite acompasar la respiración, calmar la mente, entrar en un estado de calma y paz. Está científicamente demostrado que 8 semanas de práctica regular consiguen alejar el estrés y ello repercute en una mejor calidad del sueño.