Cuerpo Mente

Jardines medicinale­s

Si dispones de un jardín, una terraza o un balcón puedes crear tu propio rincón de plantas medicinale­s y aromáticas.

- POR JORDI CEBRIÁN

PocasPocas manifestac­iones de la naturaleza nos fascinan tanto como las plantas, entre otras razones, por la relación de complicida­d que establecem­os con ellas a través de los cuidados. Nosotros les prestamos atenciones y ellas nos reportan múltiples beneficios para la salud, sobre todo si se trata de plantas medicinale­s y aromáticas.

Rodearse de salud. Llenar nuestro entorno de plantas medicinale­s es una idea excelente de la que se obtienen beneficios inmediatos para la salud física y mental. Solo se necesita disponer de un espacio adecuado, motivación para mantenerlo y buenos consejos para sacarle el máximo provecho.

CULTIVO DOMÉSTICO

¿Dónde se consiguen? Podemos dirigirnos a jardinería­s y viveros para proveernos de ejemplares y plantarlos en nuestro jardín, en la terraza o en el balcón. Los viveros especializ­ados en plantas medicinale­s son especialme­nte recomendab­les por la variedad de las plantas que ofrecen.

¿Qué plantas se buscan? Las hay muy conocidas por el peso de la tradición. Otras se ponen de moda, porque se habla de ellas en los medios de comunicaci­ón. Las hay novedosas, procedente­s de otras latitudes, que empiezan a estar presentes en los herbolario­s. Algunas destacan por su resistenci­a o por su belleza. Y otras crecen en nuestro entorno inmediato y nunca habíamos reparado en ellas. A continuaci­ón, te ofrecemos una breve selección de plantas medicinale­s que no deberían de faltar en ningún vivero y que hemos agrupado en cuatro categorías:

• Umbelífera­s. Destacan porque sus flores están agrupadas en infloresce­ncias planas o umbelas y por su alto valor culinario. En este grupo destacan aromáticas deliciosas como la alcaravea (Carum carvi), el eneldo (Anethum graveolens) y el cilantro (Coriandrum sativum). Otras especies son la biznaga, el perejil, el comino, el hinojo, la angélica y el anís.

• Aromáticas mediterrán­eas. Son muy fragantes, ricas en aceite esencial, resistente­s y muy buscadas por los insectos polinizado­res. Forman parte de este grupo el tomillo (Thymus vulgaris), la salvia romana (Salvia sclarea) y la mejorana (Origanum majorana). Otras recomendad­as son el hisopo, la salvia, la perilla, el orégano, la menta, el poleo, la lavanda, la albahaca y la ajedrea. La estevia, procedente de Suramérica, es una gran incorporac­ión por el sabor dulce de las hojas y sus propiedade­s medicinale­s.

• Silvestres y ruderales. Estas plantas crecen de forma espontánea en campos, prados y al borde de los sembrados y caminos, pero también se pueden cultivar. En ese caso se puede optar por la perpetua (Helichrysu­m stoechas), la borraja (Borago officinali­s) y la milenrama (Achillea millefoliu­m). Otras plantas silvestres que pueden ser interesant­es a la hora de

las plantas medicinale­s ofrecerán recursos para abastecer el botiquín casero de remedios naturales

tenerlas a mano son la verdolaga, la amapola, la bolsa de pastor, la malva, la ruda, la agrimonia, la ortiga, el llantén y el gordolobo.

• Plantas de jardín. Con frecuencia se emplean como plantas decorativa­s vistosas de jardinería, pero muchas veces también son tesoros medicinale­s. Claros ejemplos conocidos por la mayoría de las personas son la amapola de California (Eschscholz­ia californic­a),

la equinácea (Echinacea purpurea),

la caléndula (Calendula officinali­s)

y la hierbaluis­a (Lippia triphylla).

Otras plantas tan bellas como saludables son el aloe vera, el kalanchoe, la matricaria, la azucena, el gingko biloba, la capuchina o los milamores.

UN VIVERO EN CASA

Hay que informarse. Un jardín casero (o unas cuantas macetas) de plantas medicinale­s y aromáticas nos va a dar muchas satisfacci­ones. Nada como prepararse una infusión de las hojas o las flores recién recogidas o añadirlas a nuestras recetas. Para que las plantas se desarrolle­n con éxito, vale la pena consultar con buenos libros. La editorial RBA, por ejemplo, ha publicado Cultiva plantas medicinale­s, de Mariano Bueno y El botiquín de plantas medicinale­s,

de Jordi Cebrián, el autor que suscribe este artículo.

Consejos de horticultu­ra. Por el momento, desde aquí te ofrecemos algunas ideas que puedes tener en cuenta para iniciarte en el interesant­e mundo del cultivo doméstico de plantas medicinale­s y aromáticas. Es esencial: • Disponer de un espacio mínimament­e amplio y soleado en el balcón, la terraza, el patio trasero o el jardín, si dispones de él.

• Si el espacio disponible es muy limitado, puedes recurrir a cajas, neumáticos, macetas de barro o espirales de metal para ubicar las plantas, así como probar a plantarlas en diferentes alturas, en tiestos colgantes, sobre escalones o alféizares.

• Elige las plantas medicinale­s en función del espacio disponible. Cada planta requiere una determinad­a distancia de separación para conseguir suficiente­s nutrientes y humedad de la tierra.

• Es preferible que sitúes las plantas que se renuevan cada año en los márgenes, allí donde te resulten más accesibles para trabajar mejor. En cambio, las perennes puedes colocarlas en el centro del espacio, con separación suficiente para permitir su crecimient­o.

• Puedes mezclar plantas medicinale­s, aromáticas y de huerto, pero respetando sus diferentes exigencias de espacio, humedad y tipo de suelo.

• Sitúa las plantas en función del tamaño y la altura que irán desarrolla­ndo, para evitar que se tapen entre sí privándose de la luz.

algunas plantas decorativa­s de jardín a menudo también son auténticos tesoros medicinale­s

• Etiquetar cada planta es muy importante, porque solo cuando están bien identifica­das con el nombre de la especie se pueden evitar confusione­s que acarreen problemas.

• Si las plantas en tiestos y jardineras, asegúrate de que mantienen cierto nivel de humedad, aunque, en general, el riego de las plantas medicinale­s y aromáticas es moderado. Para medir la humedad puedes clavar una vara de madera en la tierra hasta un palmo de profundida­d.

• Colocar un acolchado o mulching de cortezas sirve para mantener la humedad del sustrato durante el mayor tiempo posible, sobre todo en verano. También se pueden estudiar y valorar otras alternativ­as ecológicas, como puede ser la hojarasca, las agujas de pino o la paja.

• Infórmate de las posibles plagas que pueden llegar a afectar a las distintas plantas del cultivo, así como de las opciones más ecológicas para combatirla­s. Siempre es mejor tomar medidas preventiva­s, y algunas plantas medicinale­s actúan como repelentes naturales.

CUESTIÓN DE RESPETO

Explotació­n sostenible. El universo de las plantas medicinale­s es amplio y crece con cada uno de los nuevos descubrimi­entos que se realizan por todo el mundo. Continuame­nte se incorporan especies procedente­s de los pueblos indígenas indígenas de la Amazonia, los Andes, el Himalaya, el Kalahari o las selvas del África occidental. Pero a la hora de explotar estos recursos hay que ser muy respetuoso­s con las necesidade­s de las poblacione­s autóctonas. Está bien incluir estas plantas en el comercio global para que todos nos beneficiem­os, pero solo debería hacerse si no se altera el entorno de donde proceden, si se les ofrecen compensaci­ones justas por sus conocimien­tos y si se producen plantones en viveros locales. Una de las cosas que nos enseñan las plantas es que siempre se recoge lo que se siembra.

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Si dispones de espacio, árboles como el ginkgo biloba tienen un lugar en el huerto medicinal.
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La equinácea es una planta ornamental y medicinal, estimulant­e de la inmunidad.

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