NUTRIR LAS BACTERIAS BUENAS
Los prebióticos son la comida de nuestra flora intestinal. Al metabolizarlos se producen ácidos grasos de cadena corta como el butirato, principal fuente de energía de las células del intestino grueso, que mejora la función de barrera intestinal y ejerce un efecto antiinflamatorio. El consumo regular de prebióticos mejora el funcionamiento inmunitario y la composición de la microbiota.
Alimentos ricos en prebióticos son hortalizas como los esparragos, las cebollas, los ajos, las endibias, las alcachofas, los puerros y los plátanos, o las patatas y el arroz que han sido cocidos y enfriados.