IMPRESCINDIBLES DÍA A DÍA
Conviene incluir en los menús diarios varios alimentos con propiedades contra la inflamación. Combinarlos multiplica el efecto.
FRUTAS Y VERDURAS
Además de ser una excelente fuente de vitaminas, minerales y fibra, los vegetales frescos contienen más de 25.000 fitoquímicos, sustancias que confieren parte de su sabor y color, y que además ejercen efectos antiinflamatorios, cardioprotectores y neuroprotectores.
CAROTENOIDES
Son pigmentos antioxidantes y antiinflamatorios. El licopeno es uno de los principales carotenoides de la dieta mediterránea y está presente en las frutas como la sandía, los albaricoques, la guayaba rosa, el pomelo y los tomates. Otros carotenoides que encontramos son: betacaroteno, alfacaroteno, luteína, zeaxantina, betacriptoxantina, astaxantina y fitoeno.
RESVERATROL
Presente sobre todo en uvas y bayas, tiene efectos antioxidantes y anticancerígenos. Es idóneo para prevenir o tratar enfermedades neurodegenerativas, el colesterol alto y el envejecimiento.
QUERCITINA
Es uno de los principales flavonoides de la dieta, se encuentra en una amplia gama de frutas (manzanas, bayas), verduras (cebolla) y bebidas como el té. Tiene efectos antiinflamatorios.
SILIMARINA
Se halla en la alcachofa y el cardo mariano. A este flavonoide se le conoce por sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y hepatoprotectoras.
INDOL-3-CARBINOL
Este compuesto aparece al digerir los compuesos azufrados de las verduras de la familia de las crucíferas: el repollo, el brócoli, las coles de Bruselas, la coliflor, el nabo... Previene la inflamación sobre todo en el intestino.
TÉS Y ESPECIES
Las especias se utilizan en todo el mundo para agregar sabor, color y valor nutricional a los alimentos. Presentan fitoquímicos como las catequinas del té verde, la curcumina de la cúrcuma, el gingerol del jengibre, la capsaicina del chile rojo, entre otros, que poseen propiedades antiinflamatorias. Otros fitoquímicos con este potencial incluyen el ácido elágico del clavo de olor, el ácido ferúlico del hinojo, la mostaza y el sésamo, la apigenina del cilantro y el perejil o el ácido betulínico del romero.