GESTOS QUE NOS CONECTAN
Algunos gestos y actitudes ayudan a conectar de verdad con el otro y desarrollar una empatía sana.
ESTAR PRESENTES
Para estar abierto a contactar con otros, se necesita cultivar la pura presencia y a la vez estar dispuesto a dejarse influir por la otra persona. Se trata de aceptar lo que se está viviendo al lado del otro, sin resistirse a ello ni desear cambiarlo.
EQUILIBRIO ENTRE EL TÚ Y EL YO
La empatía sana distingue entre el «yo» y el «tú» de forma que diferencia los sentimientos propios de los ajenos. Aunque comprendamos lo que siente el otro y lo podamos sentir no nos perdemos de vista a nosotros mismos.
CONFIRMAR LO QUE ENTIENDES
Una forma de repetir lo que dice el otro es reformulándolo con preguntas. Esto le ayuda a profundizar sobre lo que siente y lo que le pasa. A la vez nos permite comprobar si estamos comprendiendo bien lo que está expresando.
VACIARSE DEL DIÁLOGO INTERNO
La empatía requiere autoconocimiento y ser capaz de darse cuenta de si nos estamos dejando llevar por nuestros pensamientos y emociones. Hay que vaciarse de juicios para poder sentir de forma honesta lo que está sintiendo el otro.
REPETIR LO QUE EL OTRO DICE
La escucha activa es fundamental para poder comprender a la otra persona y cultivar la empatía. Cuando repetimos lo que la otra persona dice, se facilita la conexión porque entonces la persona se siente escuchada y reconocida.
MIRAR A LOS OJOS Y TOCAR AL OTRO
Mirar a los ojos de la otra persona y tocar levemente su mano u hombro mejorará la sintonía entre ambos. El tacto suave y la mirada ayudan a desconectar nuestras alarmas y a que los sistemas nerviosos se tranquilicen, pues se sienten a salvo.