Curar la piel con aloe vera
Se la conoce sobre todo por su efecto calmante sobre la piel tras tomar el sol, pero sus beneficios van mucho más allá.
ElEl otro día metí los dedos en un preparado de aceite y cera demasiado caliente, lo justo para provocar una quemadura. Enseguida corté una hoja de aloe, la partí por la mitad y me la apliqué en los dedos. En una hora había desaparecido la molestia y no había ni rastro de ampollas.
EN MEDICINA
se utilizan dos partes de la planta del aloe con propiedades muy distintos: el acíbar o zumo obtenido por incisión de la parte externa de las hojas, condensado y desecado; y el gel o pulpa del interior, separado de esa parte externa. El acíbar, al ingerirse, resulta laxante, pero se usa muy puntualmente, pues tiene graves efectos secundarios a dosis altas y en usos continuados, además de numerosas contraindicaciones. La pulpa o gel del aloe, en cambio, es la cara amable de la planta.
EN USO TÓPICO,
gracias a sus mucílagos, el gel de aloe ayuda a suavizar, cicatrizar y desinflamar la piel. El efecto cicatrizante se debe en parte a la aloectina B, capaz de estimular la inmunidad. Se utiliza directamente la pulpa fresca extraída de las hojas, en forma de gel o el extracto glicerinado. En la aplicación natural de la hoja es importante saber separar bien la pulpa de la parte verde externa: no debe quedar nada de la parte verde externa de la planta ni tampoco fibras internas, pues pueden resultar irritantes.
ES MUY ÚTIL
en eccemas secos, escoceduras, irritaciones, quemaduras, el acné, heridas, úlceras tróficas o la psoriasis.